El piano místico de Brad Mehldau en la recta final del Jazzalda

Dave Holland (contrabajo) y Chris Potter (saxofón) durante su actuación este sábado en la 60 edición del Festival de Jazz de San Sebastián. EFE/Javier Etxezarreta

Mercedes Zabaleta

San Sebastián, 26 jul (EFE).- Las exploraciones pianísticas de Brad Mehldau, ensimismado en su instrumento casi hasta el trance, han precedido al diálogo del contrabajista Dave Holland y el saxofonista Chris Potter en la jornada de hoy de la 60 edición del Festival de Jazz de San Sebastián, que enfila su recta final.

En su novena visita al Jazzaldia, en el que debutó en 1993 con tan solo 22 años, Mehldau ha llenado la plaza de la Trinidad a la que ha acudido en formación de trío junto al contrabajista Felix Moseholm, y el batería Jorge Rossy.

Mehldau ha tocado, como acostumbra, absorto, ajeno al mundo que le rodea si no es para coordinarse con los músicos que le acompañan, lo que le insufla cierta distancia que se aprecia también en su música.

Con la amplificación justa, sin los excesos a los que se someten a veces los oídos de los espectadores, el trío ha ido intercalando temas propios con versiones de ‘standars’ del jazz en los que Mehldau ha arrancado al piano sonidos delicados con fraseos laberínticos y melodías que se deconstruyen para volver a emerger unos pasajes después.

Respetuoso con la tradición e innovador al mismo tiempo, el trío ha insuflado melancolía a temas como ‘Resignation’ y en el algo más enérgico ‘Blues Impulse’, ambos de Mehldau, en los que los músicos han tenido sus momentos para demostrar el dominio de su instrumento.

Jorge Rossy ha estado en total sincronía con un artista con el que colaboró hace años y cuyo ritmo ha complementado el lirismo de Mehldau.

Su batería ha sonado con sinuosa a ratos, contundente otros, pero siempre elegante.

El bajo de Mosehol ha recibido también el beneplácito del público en sus solos.

Delicadísimas han sido las versiones de los clásicos ‘Almost Like Being Love’ y ‘Secret Love’ con los que el trío ha concluido el concierto antes de regalar una versión de ‘Macie’, de la maravillosa Jonie Mitchel.

El recogimiento de Mehldau ha dado paso al duelo entre el contrabajista británico Dave Holland y el saxofonista de Chicago Chris, dos grandes que han escrito algunas de las páginas memorables del jazz contemporáneo, y que se han juntado en su último proyecto, ‘Kismet’ precisamente con Marcus Gilmore, que fue también uno de los colaboradores habituales del pianista de Florida.

Para todos los gustos

Dave Holland (contrabajo), Chris Potter (saxofón) y Marcus Gilmore (batería) durante su actuación este sábado en la 60 edición del Festival de Jazz de San Sebastián. EFE/Javier Etxezarreta

El Kursaal ha quedado desierto hoy tras la cancelación a última hora el concierto de la arpista y compositora Nala Sinephro que comunicó el pasado miércoles que no podría estar en San Sebastián «por motivos médicos».

Pero el entorno de este auditorio, los escenarios instalados en las terrazas del Kursaal, han desbordado ambiente con público, sobre todo joven, que ha acudido a escuchar las propuestas gratuitas sin la preocupación, esta vez, de mirar al cielo por amenaza de lluvia.

Una de ellas ha sido la banda original que acompañó a Amy Winehouse, liderada por su director y amigo, Dale Davis, que ha presentado un espectáculo homenaje en el que Bronte Shande ha hecho las veces de la cantante británica fallecida en 2011 que ha recreado los grandes éxitos de la cantante británica.

Otro de los escenarios emblemáticos de la cita musical donostiarra, la playa de la Zurriola, ha recibido a ‘Bulego’, uno de los grupos vascos con más tirón, que han interpretado parte de su repertorio con temas como ‘Zurekin’, ‘Zure Begi Horiek’, ‘Gure Izarrak’ y ‘Zure alboan’.

La banda barcelonesa Sidonie, que fundaron en 1997 el batería Axel Pi, el bajista y cantante Fesús Senra y Marc Ros, ha tomado el relevo y ha cerrado la noche en el arenal donostiarra. EFE