El plan fallido de Simeone… con Griezmann y sin Sorloth

Vitinha del PSG (I) marca un gol al portero Jan Oblak del Atlético de Madrid (D) durante la primera parte del partido de la fase de grupos de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025. EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN

Redacción deportes, 15 jun (EFE).- Ni siquiera 16 partidos seguidos sin un solo gol o apenas uno en los últimos 21 encuentros rebajaron la convicción de Diego Simeone en Antoine Griezmann, al que repuso en el once a la primera ocasión en el Mundial de Clubes contra el París Saint Germain, dentro de un plan fallido inicial del técnico y del equipo en cada sector.

Cuando apareció otro tramo decisivo, como en el pasado, superada la artificial suplencia del ‘7’ en el tramo final sin nada en disputa, apostó por el atacante francés, pero no fue una cuestión individual la cantidad de problemas que asolaron cualquier idea de partido propuesta por Simeone, sobrepasado su equipo, sin solución en el campo y el banquillo.

Inferior en cada aspecto que definen un partido de fútbol, más allá de la diferencia que existe hoy por hoy entre los mecanismos y los jugadores que dispone el PSG y el momento de este Atlético perdido en un horizonte del que desaparecieron los títulos, los goles de Fabián Ruiz y Vitinha en el primer tiempo privaron de excusas a un equipo por reaccionar.

Desde el momento en que compitió de forma decisiva por los trofeos, desde la derrota contra el Real Madrid por 2-1 en el Santiago Bernabéu en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, el Atlético ha disputado 16 encuentros de los que sólo ha ganado siete. Un 43 por ciento. Perdió seis de esos duelos y empató dos. Se quedó sin nada.

Ni presión ni posesión

No le permitió el PSG poner en práctica varias de las líneas por las que había trazado el partido en la pizarra. No le salió (ni apenas lo permitió su adversario) la presión alta a la pérdida que había ensayado durante los días de ‘pretemporada’ en Majadahonda ni apenas manejó el balón como se proponía, porque apenas dispuso de posesión y porque no logró jugar en campo contrario, ni siquiera unos cuantos pases frente a la defensa.

Griezmann fue la ‘sorpresa’ del once… O no tanto. Sus entrenamientos enteros durante toda la preparación en Madrid, sus datos de rendimiento en las sesiones o los duelos internacionales de Alexander Sorloth, goleador siete veces en sus anteriores cuatro encuentros con el conjunto rojiblanco, pudieron influir, pero es, sobre todo, confianza.

Aún en su versión más gris de los últimos tiempos, Simeone sostiene su creencia en él. Lo sostuvo 14 partidos seguidos como titular hasta que lo relegó al banquillo en cinco de los últimos siete encuentros, cuando el Atlético ya había dicho adiós a todo. A LaLiga EA Sports, a la Liga de Campeones y a la Copa del Rey. En disputa, el ‘7’ jugó de inicio.

Aparecido Griezmann en el once, en la ayuda en la construcción, en el repliegue, devorado como todo su equipo por la presión del París Saint Germain, de nuevo distante de aquella condición decisiva que lo hicieron leyenda en el Atlético, también el máximo goleador de la historia con 197 tantos, tampoco funcionó el plan de Diego Simeone.

El 17 por ciento de posesión en el minuto 35

Su duda del sistema la resolvió por el 4-4-2, en lugar del 4-5-1. Reincidió en la banda izquierda Javi Galán-Samuel Lino, tan sufrida cuando lo encararon Desiré Doué y, sobre todo, Achraf Hakimi. Por ahí surgió el 1-0 del conjunto de Luis Enrique Martínez, con el remate con la izquierda desde el borde del área, solitario, de Fabián Ruiz. 1-0. Minuto 19.

No había participado apenas entonces Griezmann en el juego. El 17 por ciento de posesión de su equipo que marcaba la estadística más allá de la media hora no ayuda a un futbolista de su clase, menos aún en estos tiempos, cuando la punta de velocidad decrece y necesita el balón para demostrar sus mejores recursos, el pase final, la visión…

Un tiro entonces, ninguno entre los tres palos, en un lanzamiento de falta de Julián Alvarez a los dos minutos y 28 segundos, era un ejemplo de las dificultades del Atlético, de la perspectiva equivocada con la que entendió Simeone el encuentro, que necesitaba más de sus futbolistas claves, como De Paul, Pablo Barrios, Marcos Llorente, Julián Alvarez… Y Griezmann, cuya volea dentro del área al borde del descanso fue la mejor ocasión.

Mientras, se le acumulaban los riesgos en defensa al Atlético, con Lenglet y Le Normand, con tarjeta amarilla, y quedaba en evidencia la banda izquierda. Superado Javi Galán por Desiré Doué, Gonçalo Ramos, el reemplazo de la baja de Ousmane Dembele y la duda de Bradley Barcola, remachó altísimo, antes de que Vitinha subiera por la autopista que tenía en el medio el conjunto rojiblanco para batir a Jan Oblak con suma facilidad. ¿Debacle?

Los 20 minutos finales para Sorloth

Simeone movió ficha en el descanso. Cambió a Lino, de nuevo en esa línea descendente de toda la campaña, e incluyó a Koke Resurrección, al que había elegido para la titularidad en los cuatro últimos encuentros, pero del que prescindió en el mediodía de este domingo en el Rose Bowl de Pasadena, a media entrada, con los laterales llenos.

Koke le dio salida de la presión. También jerarquía. Creció el Atlético, subió líneas, se liberó, mejoró y creyó. El gol de Julián Alvarez, a pase de Giuliano Simeone, alimentó el momento del equipo rojiblanco, invalidado después por el árbitro Istvan Kovacs por un contacto de Koke Resurrección sobre Desiré Doué. Gol anulado. Discutible. Minuto 60. Indignación en el Atlético, derrotado en sus cuatro duelos dirigidos por el colegiado.

Sorloth fue el quinto recurso. Ya en el minuto 70, entró por Pablo Barrios. Tuvo su ocasión, en un centro de Marcos Llorente, habilitado perfectamente por Antoine Griezmann. La falló a dos metros de la portería. Simeone, de rodillas, se lamentaba. Era ya el minuto 83.

Sus 24 goles, los siete en los últimos cuatro choques, tampoco le dan una perspectiva de titular en el esquema de Simeone, que terminó con Griezmann, Julián Alvarez, Correa y el atacante noruego juntos en el campo. Ya era demasiado tarde. Su primer plan había fallado. Incluso, ya tiene una baja ante el Seattle Sounders: Clement Lenglet, expulsado. Y recibió el 3-0. De Mayulu. El golpe definitivo. Un penalti, por mano de Robin Le Normand, fue aún más allá. El 4-0. Lo transformó Kang in Lee. El Mundial de Clubes exige más. Mucho más del Atlético.

Por Iñaki Dufour