El policía australiano que mató a una anciana al disparar un táser evita pena de cárcel

Fotografía de archivo donde un grupo de personas protesta contra la Policía de Nueva Gales del Sur por la muerte de una anciana de 95 años tras recibir disparos de un táser por parte de un oficial.
EFE/EPA/JENNY EVANS AUSTRALIA AND NEW ZEALAND OUT

Bangkok, 28 mar (EFE).- Un tribunal de Australia condenó este viernes a trabajos comunitarios al policía que causó la muerte de una anciana de 95 años al disparar un táser para reducirla, lo que evitará que ingrese en la cárcel tras ser hallado culpable el pasado noviembre de homicidio involuntario.

El juez Ian Harrison, del Tribunal Supremo del estado de Nueva Gales del Sur, indicó hoy durante la lectura de la sentencia que una pena de prisión sería “desproporcionada” al tener en cuenta las “circunstancias” del suceso y al opinar que el acusado “malinterpretó” la situación.

El incidente que conmocionó a Australia ocurrió el 17 de mayo de 2023 cuando el policía Kristian White acudió a la residencia de ancianos de la localidad de Cooma, a unos 430 kilómetros al suroeste de Sídney, en respuesta a una llamada de auxilio porque la anciana, quien sufría demencia senil, estaba “armada” con un cuchillo.

El oficial apuntó con el táser a la anciana, identificada como Clare Nowland, de 95 años, y la advirtió en varias ocasiones de que tirara el arma y dejara de acercarse a él, en un incidente que duró entre dos y tres minutos y fue grabado por cámaras de seguridad y dispositivos portátiles de la policía.

Finalmente, White disparó con su pistola táser en el pecho y la espalda propiciando que la abuela, de unos 43 kilogramos de peso y 1,57 centímetros de altura, cayera y se golpeara la cabeza.

Tras el suceso, la anciana fue ingresada con una fractura en el cráneo en un hospital, en donde murió el 23 de mayo.

“El señor White cometió lo que, desde cualquier punto de vista, fue un terrible error. Por razones que quizá nunca se comprendan con claridad (…) utilizó su táser en respuesta a lo que percibió como una amenaza que, en mi opinión, nunca requirió tal respuesta”, declaró el magistrado.

“No pretendo minimizar ni diluir la importancia de lo que le ocurrió a la señora Nowland (…) en la medida en que su decisión como agente de policía, dadas las circunstancias, requería elegir entre varias opciones, White claramente se equivocó”, subrayó Harrison.

El oficial, que llevaba doce años en las filas de la policía, se disculpó ante los familiares de la víctima y fue destituido el pasado noviembre, tras ser condenado por homicidio involuntario, por lo que se arriesgaba a un máximo de 25 años de prisión.

El juez Harrison consideró que White ya había perdido su trabajo y por su actuación sufría el rechazo de la comunidad, además reflexionó que no representa un riesgo de reincidir y sobre el peligro para un expolicía dentro de una prisión.

Este caso puso de nuevo de relieve el polémico uso de los táser por parte de la policía australiana, cuestionada por organizaciones garantes de derechos como Amnistía Internacional.

En 2012, el estudiante brasileño Roberto Curti perdió la vida en Sídney tras recibir 14 descargas eléctricas por parte de unos policías.