Madrid, 13 may (EFE).- Un día después de que Alberto Núñez Feijóo anunciara el adelanto a julio del congreso del PP, el líder de la formación ha confirmado este martes que en el cónclave de Madrid se producirán cambios relevantes, entre ellos la forma en la que el partido elige a su presidente.
“Vamos a intentar profundizar en la democracia interna”, ha apuntado el líder del PP en una charla en el Consejo General de Economistas.
La actual elección a dos vueltas tiene “cierta contradicción” y “un nudo gordiano” que hay que resolver para “mejorar” la democracia interna del partido, ha afirmado.
Esta contradicción, ha explicado, es que aunque “todos los militantes pueden votar”, su votación puede quedar anulada por una segunda votación de los compromisarios.
Será en el congreso que se celebrará el 5 y 6 de julio en Madrid, al que presumiblemente acudirá como candidato único a la presidencia del PP, cuando los ponentes de estatutos “darán distintas opciones para resolver ese nudo gordiano”, ha añadido el líder de la oposición.
Una opinión similar ha manifestado este martes el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien ha abogado por revisar un modelo que tiene “errores” y “defectos claros”.
En una entrevista en Onda Cero, Moreno ha dicho que es necesario estudiar cuál es el procedimiento “que mejor funciona” y que “mejor encaja en la cultura y la trayectoria” del PP.
¿Cómo elige el PP a su presidente?
Actualmente el PP elige a su presidente en un proceso de primarias no abiertas (limitada a los afiliados que estén al corriente del pago de las cuotas), en una elección a dos vueltas.
El partido instauró este sistema en el XIX Congreso Nacional en 2017 con Mariano Rajoy como presidente, después de que nuevos partidos por aquel entonces como Podemos o Ciudadanos implantaran procesos de este tipo.
Así lo ha recordado hoy Moreno. Aquella reforma fue “consecuencia” de un momento político en el que existía “la presión” de lo que hacían los partidos nuevos. “Copiamos un modelo que no está en la propia cultura de nuestro propio partido”, ha afirmado.
El sistema es mixto y escalonado. Hay una primera vuelta que se celebra antes del congreso en la que los afiliados votan al candidato a la presidencia del partido y también a los compromisarios que participarán en el congreso.
Si uno de los candidatos logra el 50 % de los votos y una ventaja de al menos 15 puntos sobre el segundo, se proclama candidato directo y, si ninguno lo logra, los dos más votados pasan a la segunda vuelta.
Esta se celebra en el congreso y son los compromisarios quienes votan, por lo que puede darse la situación relatada por Feijóo de que el candidato más votado en la primera vuelta no sea el elegido finalmente.
Casado vs Sáenz de Santamaría
Esto sucedió precisamente en el XIX Congreso Extraordinario del PP de 2018, celebrado tras la dimisión de Rajoy como presidente, después de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez al poder.
Hubo seis candidatos en la primera vuelta y Soraya Sáenz de Santamaría fue la más votada, seguida de Pablo Casado, por lo que ambos pasaron a la segunda vuelta, que acabó ganando Casado con el apoyo mayoritario de los compromisarios.
Esta es la única vez en la que se ha aplicado ya que en el XX Congreso de 2022, que se celebró tras la dimisión de Casado por sus roces con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Feijóo fue el único candidato.
¿Adiós a las primarias?
Antes de la reforma de estatutos de 2017, el PP elegía a su presidente sin participación directa de la militancia, solo con el voto de los compromisarios.
¿Optará por tanto el PP por eliminar la primera vuelta? Es una de las posibilidades que hay, ha reconocido hoy Moreno, aunque “hay muchas opciones” que se pueden estudiar.
“Lo que hay que buscar es un sistema que sea justo, democrático, pero que no sea complejo y que no genere tensiones internas innecesarias”, ha afirmado.
Por el contrario, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, está convencido de que el PP ha convocado el congreso “para cargarse las primarias” y “volver al dedazo”.
“No les gusta que los militantes decidan quiénes son sus dirigentes y entonces quieren volver a la antigua escuela de elegir a dedo entre unos pocos quiénes son los que les dirigen”, ha sentenciado.