Santo Domingo, 4 ago (EFE).- El presidente dominicano, Luis Abinader, defendió este lunes la promulgación del Código Penal al afirmar que contiene avances y es mejorable, aunque, tal vez, no es el que él quisiera con exactitud.
Refirió que la ley del Código Penal, que promulgó este domingo y entrará en vigor en agosto de 2026, «no es la ideal», pero es la mejor posible, ya que, entre otras cosas, sustituye una legislación que data de 1884.
«Hay delincuentes reincidentes con tres o cuatro crímenes, que han podido salir a las calles por el Código que tenemos. Esos delincuentes llevan muerte a las familias (…) se necesitaba de una nueva ley que endureciera las penas y fortaleciera la lucha de la Justicia contra la criminalidad», enfatizó el gobernante en su rueda de prensa de los lunes en el Palacio Nacional.
Este lunes, la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, consideró «positiva» la promulgación del nuevo Código Penal dominicano, al precisar que está alineado con las tendencias modernas del derecho penal.
Reynoso explicó en una nota que el Ministerio Público analizó de manera comparativa el nuevo marco legal frente a legislaciones, jurisprudencia y doctrina de diferentes países, concluyendo que representa un avance significativo.
Entre los avances más relevantes que destacan en el Código Penal figuran la tipificación de delitos como el feminicidio, ordenar asesinatos, el ciberacoso, la violencia económica, la difusión de videos, audio o imágenes con fines de chantaje, la estafa piramidal, la intermediación financiera no regulada y la instigación al suicidio.
Asimismo, se tipifican todos los supuestos convencionales de crímenes de lesa humanidad y genocidio, la desaparición forzada, los delitos con dolo eventual y culpa consciente, los daños por dopaje, el autosecuestro, la falsa denuncia, la obstrucción de justicia y se eleva la pena para la violación sexual dentro del matrimonio o en relaciones de pareja.
El nuevo Código Penal fue sancionado tras más de 20 años de pulular en el Congreso Nacional, pues ha sido fuente de encendidos entre varios sectores, ya que la iniciativa mantiene la penalización del aborto, condenado por grupos feministas.