San José, 25 jun (EFE).- El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, abrió este miércoles un nuevo frente de conflicto con otros poderes e instituciones del Estado, en esta ocasión con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), al que acusó de querer callarle y amordazarle durante la campaña electoral que comenzará en octubre próximo.
«Me preocupa que el Tribunal Supremo de Elecciones, a quien hemos respetado, al cual hemos anunciado como el mejor del mundo, está haciendo cosas inauditas. Decidieron callar al Gobierno, a mis colegas ministros y a este servidor. Callar y amordazar», declaró Chaves en su conferencia de prensa semanal.
Esta declaración del presidente de Costa Rica, país donde no rige la reelección consecutiva, surge por una resolución del TSE en la que incluyó a las redes sociales y plataformas digitales dentro de la prohibición para promocionar logros del Gobierno durante la campaña electoral como una forma de garantizar la imparcialidad del Ejecutivo en el proceso. Esta prohibición siempre ha incluido a los medios tradicionales.
Chaves puso en duda la imparcialidad de tres de los magistrados del TSE, incluida la presidenta Eugenia Zamora, a quienes señaló de haber trabajado años atrás con el opositor Partido Liberación Nacional.
El mandatario comparó la situación con una hipotética final de un Mundial de fútbol en el que se enfrenten Brasil y Alemania, y que la FIFA nombre a árbitros brasileños para dirigir el partido.
«Vergüenza les debe dar», expresó Chaves.
El TSE emitió este miércoles un vídeo del día en que, con los mismos magistrados actuales, entregó las credenciales como presidente a Chaves, y en el que el mandatario destacó la honestidad del tribunal y dijo sentirse orgulloso de la entidad.
«Señor presidente, todos los funcionarios electorales que lo escuchamos en esas ocasiones, agradecimos sus palabras, porque para eso trabajamos, para servirle eficiente, honrada e imparcialmente a los costarricenses, a todos, sin importar su color político. Por eso nos ha desconcertado escucharlo recientemente sembrar desconfianza en el Tribunal Supremo de Elecciones, cuestionando su imparcialidad política y su compromiso con la democracia costarricense», indica un pronunciamiento del TSE.
El tribunal le recordó a Chaves que «certificó su victoria en las urnas en 2022 porque cuidamos los votos a su favor, en una elección en la que su partido tuvo fiscales en menos de la mitad de las mesas del país, y solo en 4 de las 6.847 tuvo miembros de mesa».
El TSE agregó que las misiones de observadores internacionales le felicitan, elección tras elección, por su saber hacer y su rigor técnico, y que ocupa los primeros lugares del mundo en los escalafones internacionales por la integridad de los procesos electorales.
«Este Tribunal Supremo de Elecciones es la cicatriz con la que nuestro pueblo cerró la dolorosa herida abierta entre nosotros por la violencia política de la década de los 40 y la guerra civil de 1948. Nada justifica abrir de nuevo esa herida», concluyó el TSE.
Con esta situación, Chaves ya tiene abiertos conflictos con todos los poderes del Estado e instituciones fiscalizadoras, a los cuales suele acusar en sus conferencias de prensa semanales de no hacer el trabajo que les corresponde, de impedirle avanzar en sus proyectos de Gobierno y de estar politizados en favor de partidos de la oposición.
El TSE también tiene abiertas investigaciones contra Chaves por beligerancia política, por referirse a temas electorales en eventos públicos, algo que está prohibido para la figura del presidente.
