Quito, 22 sep (EFE).- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó este lunes que no cederá ante los que, según dijo, quieren «desestabilizar» el país, que afronta la amenaza de un paro nacional liderado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) contra el alza del diésel.
«Estamos ahora peleando una batalla contra el sectarismo, contra la gente que quiere desestabilizar al Ecuador y no vamos a ceder ni un milímetro», dijo Noboa durante un acto público en la provincia de Cotopaxi, en el centro andino del país.
En esa provincia, indígenas se manifiestan, entre otras razones, contra la eliminación del subsidio al diésel, decretado el pasado 12 de septiembre, aunque también se registró una marcha en favor del Gobierno.
El jefe de Estado dijo que tampoco se irá de Cotopaxi, a cuya capital (Latacunga), trasladó de forma temporal la sede del Ejecutivo poco después de eliminar el subsidio al diésel, lo que dirigentes indígenas consideraron como una provocación al ser el sector una zona de alta concentración indígena.
«Tampoco me voy a ir de aquí, me gusta bastante y la gente está muy contenta, y nosotros no tenemos miedo de salir a la calle, no tenemos miedo de enfrentar cualquier amenaza porque tenemos la tranquilidad de que aquí ganamos», dijo en referencia a la provincia donde tuvo alta votación en los comicios en los que ganó la reelección hasta 2029.
Noboa recalcó que la gente de Cotopaxi le dio «su voto y su confianza» y mantuvo su agenda de trabajo en la provincia, donde hay una fuerte presencia militar.
Respeto a la vida
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, pidió este lunes respeto a la vida de quienes participan en el paro nacional contra varias decisiones del Gobierno de Noboa, entre ellas la eliminación del subsidio al diésel.
«Hoy iniciamos el paro nacional apegados al derecho a la resistencia que nos reconoce la Constitución. No es una decisión fácil, pero el Gobierno nos ha empujado a estas medidas con el alza del diésel, la crisis en salud y educación y la falta de respeto a nuestros derechos y territorios», dijo en un vídeo en redes sociales.
Por ese medio, exigió a Noboa «respeto a la vida y a los derechos» de su gente.
«Nuestras demandas son legítimas, no somos delincuentes ni terroristas. Somos un pueblo que día a día trabaja por sacar adelante al país. En sus manos está escuchar y dar respuestas al pueblo», agregó, al considerar que la respuesta a las demandas de los manifestantes «no puede ser represión, violencia ni persecución».
El pasado jueves, Noboa advirtió que denunciará por «terrorismo» a quienes presionen a los agricultores con restringir su derecho al agua si se niegan a protestar contra su Gobierno y que, de ser así, irían presos durante 30 años.