Ciudad de Guatemala, 6 oct (EFE).- El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, afirmó este lunes que confía en la población del país centroamericano para defender su democracia, como sucedió en 2023 al ser atacados los resultados electorales de dicho año por el Ministerio Público (Fiscalía).
Arévalo de León recordó que, según datos recolectados por encuestas, uno de cada seis guatemaltecos salió a las calles en 2023 para manifestarse contra «actores político criminales» que intentaron derribar los resultados electorales.
«El pueblo guatemalteco se movilizó de forma determinada y masiva para defender la democracia», expuso el gobernante, quien resaltó la importancia de dichas manifestaciones en una sociedad donde muchas personas consideran que no se «apoya o valora la democracia» y se busca la figura de un «caudillo».
El presidente habló en el XV Foro Centroamericano de Donantes, un evento organizado por la Fundación Internacional de Seattle, que tuvo lugar en Ciudad de Guatemala y contó con la participación de empresarios, funcionarios y diplomáticos de la región, incluida la embajadora de España en la nación centroamericana, Clara Girbau.
Arévalo de León añadió que «estamos delante de un cambio generacional importante», ya que los manifestantes de aquel año nacieron después del conflicto armado interno que azotó Guatemala durante 36 años, entre 1960 y 1996, con más de 250.000 personas asesinadas y desaparecidas, la mayoría a manos del Estado, según informes internacionales.
«Estos son jóvenes que no han vivido con el silencio del autoritarismo y no estuvieron dispuestos a ser empujados a ese abismo», recalcó.
Arévalo de León fue electo en 2023 con un discurso anticorrupción y de manera sorpresiva después de que las encuestas lo colocaban entre el séptimo y octavo lugar de los comicios presidenciales.
Sin embargo, la Fiscalía, cuya cúpula está sancionada por Estados Unidos y la Unión Europea bajo fuertes acusaciones de corrupción, intentó sin éxito derribar los resultados electorales que llevaron a la presidencia a Arévalo de León, al argumentar un fraude que no pudo ser probado y que provocó la reacción de la población, que se manifestó durante varios meses.