Melilla, 7 may (EFE).- El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha exigido este miércoles respeto para la ciudad en el reparto de menores extranjeros no acompañados entre las diferentes regiones y ha zanjado la cuestión al afirmar de manera rotunda: “No nos prestamos más al cachondeo”.
“Nosotros no estamos ahora para cachondeo y para cosas de estas. Vamos a ser serios”, ha dicho Imbroda al ser preguntado sobre la Conferencia Sectorial celebrada este lunes, cuyo desarrollo, según el presidente melillense, “fue un desastre”.
En declaraciones en una rueda de prensa, Imbroda ha mostrado su malestar porque a Melilla “no la dejaron votar ni hablar” en la reunión, pese a que “tiene muchas cosas que decir” por haber sido históricamente la ciudad autónoma que más ha sufrido la presión migratoria de los menores extranjeros no acompañados, acogiendo “muchísimos, más que nadie” hace unos años.
Según Imbroda, Melilla llegó a acoger a finales de la década anterior “como dos o tres veces lo que tiene ahora Ceuta”, y en números relativos también superó la situación que sufre Canarias actualmente, situándose Melilla como “la primera de España” acogiendo a casi 2.000 menores de los 8.000 que había entonces en España, un 25 % del total.
Eso ha generado a la ciudad autónoma de Melilla un déficit de 120 millones de euros en la atención a menores extranjeros no acompañados, que reclamó Imbroda personalmente en su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado mes de noviembre en La Moncloa.
Asimismo, ha subrayado que cada menor supone un coste para las arcas públicas melillenses de entre 50.000 y 55.000 euros anuales, y tiene una capacidad de 180 plazas entre sus tres centros de acogida, uno de los cuales, La Purísima, el más importante, cuenta con una plantilla de 140 empleados.
“¿Y nos van a mandar a menores a nosotros? ¿Cómo es posible que se nos convoque para una reunión para ver cómo repartimos los menores y para mandárnoslos?”, se ha preguntado el presidente de Melilla, que ha exigido respeto para la ciudad autónoma y “lo que ha hecho y lo que está haciendo con los menores extranjeros no acompañados”.
El rechazo de Imbroda a que Melilla reciba menores se une al que ya expresó este martes la consejera de Políticas Sociales y Salud Pública, Randa Mohamed, que criticó que Melilla siga siendo “ciudad receptora”, pese a ser una región tensionada por el fenómeno migratorio y frontera sur de España y de Europa.
Según informó la consejera, la ciudad autónoma ha atendido en el último semestre a 288 menores, cuando tiene una capacidad para 256, por lo que “no se puede permitir” que Melilla sea considerada “ciudad receptora”.