El presidente de Panamá lanza el proyecto de gasoducto del Canal durante su visita a Japón

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en una foto de archivo. EFE/Andre Borges

Ciudad de Panamá, 3 sep (EFE).- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, lanzó oficialmente la construcción de un gasoducto del Canal interoceánico durante la visita oficial que realiza a Japón, donde el gigante japonés Sumitomo Corporation expresó su interés de participar en este proyecto, valorado en entre 4.000 y 8.000 millones de dólares, informó este miércoles el Gobierno panameño.

Ante más de treinta empresas japonesas participantes en un foro liderado por Mulino, se reveló que la Junta Directiva del Canal de Panamá ya otorgó su autorización para iniciar el proceso de selección de concesionario del gasoducto, como explicó el administrador de la vía acuática, Ricaurte Vásquez.

Este año se iniciará la precalificación de interesados, mientras que la etapa final de selección de concesionario está prevista para cerrarse en el cuarto trimestre de 2026, precisó un comunicado de la Presidencia panameña.

Mulino explicó que este proyecto forma parte del nuevo corredor energético que desarrollará el Canal, y que será una de las mayores inversiones en la historia de esta ruta interoceánica, de acuerdo con la misiva oficial, que no precisó una cifra de inversión.

Pero el ministro de Asuntos del Canal, José Ramón Icaza, ya ha dicho que el gasoducto costará entre 4.000 y 8.000 millones de dólares, dependiendo del modelo de negocios que se aplique.

La construcción del gasoducto requerirá más 6.500 trabajadores y aportaría al Estado de Panamá 160 millones de dólares, mientras que su operación creará cerca de 9.600 empleos y generará más de 1.500 millones de dólares cada año, explicó Mulino.

El gasoducto representaría un valor agregado a la economía panameña de 590 millones de dólares anuales durante la construcción y un estimado de 2.700 millones de dólares anuales durante su fase operativa, agregó.

Sumitomo interesada

El presidente de Sumitomo, Shingo Ueno, confirmó a Mulino el interés de esta corporación de «explorar alguna participación en el desarrollo y construcción» del gasoducto del Canal, indicó la Presidencia panameña.

Mulino y Ueno se reunieron en las oficinas centrales de Sumitomo, un conglomerado empresarial multinacional japonés con una trayectoria de más de 400 años que tiene operaciones en diversas industrias como finanzas, automotriz, química, metales y telecomunicaciones, como explicó el comunicado oficial.

Ueno agradeció la visita del mandatario panameño y dijo que Sumitomo es usuario del Canal de Panamá, de 82 kilómetros y que une al Atlántico con el Pacífico, indicó la misiva oficial.

Japón es el tercer usuario del Canal, al tiempo que el 42 % de la marina mercante japonesa está bajo bandera panameña y representa el 32 % de los 8.800 barcos que actualmente abandera Panamá, según datos oficiales panameños.

Puertos y ferrocarril, otros proyectos que interesan en Japón

El gasoducto se enmarca dentro de la estrategia de diversificación de ingresos de la Autoridad del Canal de Panamá, que contempla además la construcción de un puerto de trasbordo de contenedores en Corozal (Pacífico) y otro en Telfers (Atlántico), ambos en la ribera este del Canal, entre otros.

Esos proyectos, así como el tren Panamá-David – que unirá la capital y la frontera con Costa Rica – la interconexión eléctrica con Colombia y el programa de rehabilitación de carreteras, fueron presentados por Mulino ante Sumitomo y Mizuho Bank, uno de los tres megabancos de Japón con una capitalización de más de 82.000 millones de dólares, dijo la Presidencia panameña.

Según informó el Gobierno panameño, «el gerente ejecutivo y miembro de la junta directiva de Mizuho Bank, Take Hidekatsu, confirmó que ya están evaluando los proyectos que el presidente Mulino les presentó en una primera reunión en agosto en Nueva York, para definir qué estructuras de financiamiento pueden ofrecer, entre ellas un plan con beneficio para proyectos sostenibles tomando en cuenta que Panamá es un país carbono negativo».