El presidente taiwanés llama a combatir «el comunismo, la infiltración y la anexión»

El presidente de Taiwán, William Lai, en una foto de archivo. EFE/EPA/RITCHIE B. TONGO

Taipéi, 26 jun (EFE).- El presidente de Taiwán, William Lai, instó este jueves a un grupo de graduados de las fuerzas armadas a combatir «el comunismo, la infiltración y la anexión», y afirmó que «invadir otro país por la fuerza es un crimen injusto que inevitablemente fracasa».

«Valorar la paz no significa quedarse de brazos cruzados ante la agresión, y mucho menos bajar la guardia. Frente a las constantes amenazas del autoritarismo y sus diversos métodos de infiltración, todos debemos mantenernos alerta, perfeccionar nuestras habilidades de combate y fortalecer nuestra capacidad de defensa nacional», aseveró.

«Hay que oponerse al comunismo, a la infiltración y a la anexión, defender con firmeza la soberanía nacional y alcanzar una paz verdadera mediante la fuerza», agregó el mandatario, quien estuvo acompañado por el ministro taiwanés de Defensa, Wellington Koo, y por el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, Joseph Wu.

Considerado un «independentista» y un «alborotador» por las autoridades de Pekín, Lai pidió a los graduados que se atrevan a «innovar» para construir un ejército «moderno, inteligente y profesional», y se comprometió él mismo a «impulsar reformas» en las fuerzas armadas y «promover la autosuficiencia nacional en defensa».

«La historia nos muestra claramente que, sin importar la justificación o ideología, invadir otro país por la fuerza es un crimen injusto que inevitablemente fracasa; mientras que aquellos que se unen para defender su hogar y la democracia acabarán triunfando», recalcó.

Estas declaraciones llegan unos días después de que Lai afirmara que Taiwán es un «país independiente y soberano» y que China carecía de legitimidad histórica y legal para reclamar su soberanía, unas palabras fuertemente rechazadas por Pekín, que calificó ese discurso de «manifiesto descarado de independencia».

Las autoridades chinas consideran a Taiwán como una «parte inalienable» de su territorio y no han descartado el uso de la fuerza para concretar la «reunificación» de la isla y el continente, uno de los objetivos a largo plazo trazados por el presidente chino, Xi Jinping, tras su llegada al poder en 2012.

En este contexto, China ha intensificado su campaña de presión diplomática y militar contra Taiwán en los últimos años, organizando maniobras bélicas en las inmediaciones de la isla con cada vez más frecuencia y forzando la pérdida de aliados diplomáticos de Taipéi en favor de Pekín.