El primer año de Illa: Sin presupuestos y con avances hacia una financiación singular

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en una imagen de archivo.EFE/Lavandeira jr

Martí Puig i Leonardi

Barcelona, 4 ago (EFE).- Salvador Illa fue investido president el 8 de agosto de 2024 y, en este primer año, no ha podido aprobar unos presupuestos, pero sí ha pactado con Aena ampliar el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, ha avanzado en el traspaso de Rodalies y ha cumplido a medias con la financiación acordada con ERC.

Illa -que, a diferencia del tormentoso agosto del año pasado, se toma ahora unos días de descanso y volverá a reunir a su Govern la última semana de agosto- accedió a la presidencia de la Generalitat con el aval de Comuns y ERC, alianzas que se ha propuesto mantener durante toda la legislatura pese a no descartar ententes puntuales con Junts, que por el momento ejerce una oposición frontal.

Sin presupuestos en 2025… y los de 2026 cuesta arriba

Una prioridad que se fijó Illa nada más entrar en el Palau de la Generalitat fue tener unos nuevos presupuestos para el 1 de enero, pero Cataluña ha seguido funcionando finalmente con las cuentas de 2023, ante la negativa de ERC -con Oriol Junqueras de nuevo al mando- a negociar.

Entre enero y mayo, el Govern logró acordar con los socios de investidura tres suplementos de crédito que añadieron 4.000 millones a esas cuentas, hasta alcanzar los casi 41.000 millones.

La historia puede repetirse con los presupuestos de 2026, a juzgar por los avisos lanzados por ERC por la poca concreción en la «financiación singular».

Ampliación de El Prat, pese a los socios

Illa sabía que la ampliación de El Prat -que, si todo va según lo previsto, no será una realidad hasta 2033- no sería bien recibida por ERC ni Comuns, que sin embargo no hacen de su oposición al proyecto una línea roja.

En los acuerdos de investidura, los republicanos pusieron el acento en la gobernanza de la infraestructura -carpeta todavía por abrir- y los comunes evitaron mencionar el tema. La ampliación también la rechaza la consellera de Salud, Olga Pané, según dejó claro en el Parlament.

Rodalies funciona mal, pero el traspaso avanza

Illa ha tenido que pedir «perdón» en más de una ocasión por el mal funcionamiento del servicio ferroviario de cercanías y la consellera Sílvia Paneque ha sido reprobada por el Parlament por esta causa, lo que se suma a otras dos reprobaciones sufridas por todo el Govern.

Rodalies sigue sin funcionar como debería, pero sí avanza su traspaso, como exigía ERC: la nueva empresa mixta, con mayoría accionarial de Renfe Viajeros y miembros del consejo de administración nombrados mayoritariamente por la Generalitat, echará a andar en 2026.

Financiación, la carpeta más polémica y problemática

En la Comisión Bilateral Generalitat-Estado del 14 de julio, los ambos gobiernos quisieron sentar las bases del nuevo modelo de financiación, pero la falta de concreción, especialmente sobre el principio de ordinalidad, generó «decepción» en ERC.

Illa admite que «queda trabajo por hacer» y se compromete a cumplir «íntegramente» lo pactado. Ese sería, sin embargo, apenas el inicio de un camino incierto, pues la «financiación singular» requerirá del aval del Congreso para poder materializarse.

Antes del parón veraniego, el Govern ha anunciado nuevas medidas para reforzar la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC), que debería asumir progresivamente todos los impuestos generados en la comunidad, si bien no podrá hacerse cargo de la recaudación del IRPF ya en 2026, como previeron PSC y ERC en su pacto.

Vivienda, ‘procés’, Asia y caso Koldo

Illa ha puesto el foco en la crisis de la vivienda: ha prometido sumar 50.000 inmuebles públicos hasta 2030; ha aceptado regular el alquiler de temporada -tras un inesperado pacto con la CUP- y ha apostado por mantener el tope de precio a los alquileres regulares.

Tras trece años de gobiernos independentistas, Illa -que quiso reunirse con todos sus antecesores, incluido Jordi Pujol, aunque no lo ha hecho aún con Carles Puigdemont- ha buscado pasar página del ‘procés’, al normalizar relaciones con la casa real y acoger en Barcelona una Conferencia de Presidentes, así como manteniendo un perfil bajo en el caso de las pinturas de Sijena.

Fiel aliado de Pedro Sánchez, ha cerrado filas con el presidente del Gobierno ante las investigaciones judiciales por corrupción que afectan a socialistas y ha negado su implicación en el caso Koldo.

Illa ha accedido a eliminar las rebajas fiscales al Hard Rock; ha fijado la vista en Asia con viajes a Japón, Corea del Sur y China; ha respirado aliviado al remitir la sequía; ha impulsado el Pacto Nacional por la Lengua -sin el aval de Junts, que lo acusa de estar «desnacionalizando» Cataluña-; ha capeado las crisis de la DGAIA y del reparto de plazas de docentes; y reivindica no haber solicitado ayuda a la Moncloa durante el apagón eléctrico.