Dakar, 5 sep (EFE).- El pasado 22 de agosto, Senegal confirmó su primer caso de mpox, una enfermedad causada por el virus de la viruela símica, que en el último año ha azotado especialmente al continente africano, causando cerca de dos mil muertes.
El paciente había sido ingresado el día anterior en el hospital Fann, en pleno corazón de Dakar, la capital senegalesa; donde su evolución clínica ha sido favorable, según destacan a EFE fuentes médicas, y se ha recuperado plenamente.
Acostumbrado a ser la primera línea de respuesta frente a epidemias en el país, el centro sanitario activó una maquinaria ya ensayada.
“(En cuanto hay un caso sospechoso) se deben respetar ciertos protocolos, especialmente las medidas básicas, como la higiene de manos, pero también el uso de guantes; realmente son medidas que se han cumplido para disminuir la propagación de la epidemia”, explica a EFE el doctor Daye Ka, infectólogo del hospital Fann.
“Todas aquellas personas que trabajan en la unidad fueron informadas de la presencia del caso, y además nos organizamos: había un equipo de atención, con enfermeros y médicos que debían visitar al paciente cada día, respetando estrictamente las medidas precisas”, añade este experto en enfermedades tropicales.
La mpox —antes conocida como viruela del mono— es una enfermedad viral infecciosa que puede causar erupción dolorosa, inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda y cansancio.
La mayoría de las personas se recupera por completo, pero algunas pueden enfermar gravemente. El reservorio natural del virus es desconocido, aunque diversos pequeños mamíferos, como ardillas y monos, son susceptibles a la infección.
“Actualmente se están siguiendo los (llamados) casos de contacto. Es decir, las personas que estuvieron en relación con la persona afectada”, destaca Ka sobre el citado caso.
Caso de mpox importado
Más aún dadas las peculiaridades del paciente: un ciudadano extranjero que ingresó en Senegal el 19 de agosto, lo que lo convierte en un caso importado.
“Estas personas están siendo investigadas. Y hasta ahora, ninguna de ellas ha presentado síntomas relacionados con la mpox. Así que, por el momento, efectivamente, no hay otros casos secundarios en el país”, asevera el médico.
El caso de Dakar se enmarca en un contexto global donde esta enfermedad continúa extendiéndose.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre enero y julio de este año se han registrado más de 34.000 casos confirmados de mpox y 138 muertes asociadas a la enfermedad en 84 países, con la República Democrática del Congo (RDC, más de 15.000 contagios) y Uganda (más de 6.000) como principales focos.
Desde el gran brote de 2022, el virus ha pasado a formar parte de las emergencias de salud pública que monitoriza continuamente la OMS.
En la respuesta a la enfermedad, las vacunas han sido una parte fundamental. La mayoría se han implementado en una estrategia de dosis única dirigida a los grupos de población con alto riesgo de exposición, donde la RDC representa más del 69 % de las personas vacunadas, según la OMS.
Sin embargo, ante el limitado uso de vacunas en el continente, la prevención comunitaria continúa siendo la medida más eficaz.
“(Ahora) se están realizando actividades de fortalecimiento de capacidades dirigidas a los proveedores de salud y, en general, a todos los actores, tanto del sector público como del privado, para mejorar la preparación y asegurarse de su eficacia”, explica a EFE Papa Samba Dieye, director del Centro de Operaciones de Urgencia Sanitaria del Ministerio de Salud y Acción Social senegalés.
La experiencia adquirida durante la pandemia de covid-19 y otras emergencias sanitarias ha permitido al país responder con rapidez.
Senegal ha invertido en laboratorios capaces de realizar pruebas infecciosas y ha consolidado una red de vigilancia epidemiológica que conecta a hospitales regionales con el Instituto Pasteur de Dakar.
Senegal demuestra así que la preparación y la experiencia acumulada pueden marcar la diferencia en cuanto a vigilancia y respuesta eficaz ante nuevas amenazas sanitarias en la región.
Eduardo S. Molano