Madrid, 26 ago (EFE).- El PSOE se ha opuesto este martes a que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, comparezca en el Congreso para informar sobre la adjudicación a la empresa china Huawei del contrato de gestión del almacenamiento de las escuchas telefónicas autorizadas judicialmente, ya que este servidor no puede acceder a ellas, custodiadas por las fuerzas de seguridad del Estado.
Así lo ha manifestado en la Diputación Permanente de la Cámara el diputado socialista Vicente Montávez en respuesta al PP, que ha pedido las explicaciones de Marlaska en el Congreso sobre la adjudicación a Huawei de la gestión del Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones (Sitel).
Montávez ha censurado al PP por haber querido hacer de este asunto una «película de espías» en respuesta al diputado popular Rafael Hernando, quien ha asegurado que la adjudicación a Huawei compromete la seguridad nacional porque el proveedor chino, según él, puede acceder a escuchas relacionadas con el crimen organizado en España y en otros países.
«Es solo un servidor, una máquina de hierro. Eso es todo», ha recalcado Montávez antes de precisar que Sitel es «un sistema cerrado, custodiado por la Policía Nacional y la Guardia Civil, y al que «nadie puede acceder desde fuera».
Según ha recalcado el diputado, Huawei «no toca nada, no tiene acceso a nada. Pone el armario, pero no sabe lo que hay dentro y no puede abrirlo, y el Partido Popular lo sabe».
El portavoz socialista en el debate ha criticado la contradicción de los populares, porque mientras a nivel nacional denostaban a Huawei, en autonomías gobernadas por el PP lo «aplaudían» y lo definían como «socio estratégico para la digitalización».
Además, según ha dicho Montávez, Huawei no llegó a España con el Gobierno de Pedro Sánchez, porque «ya estaba suministrando tecnología a Sitel cuando el PP estaba en la Moncloa». «Entonces no convocaron una rueda de prensa, no se rasgaron las vestiduras», ha enfatizado.
En cualquier caso, el diputado ha dejado claro que no hay riesgo alguno para seguridad nacional, sino «un PP empeñado en un enemigo imaginario para debilitar al Gobierno».