Madrid, 28 jun (EFE).- El PSOE encara su última semana de preparación del primer Comité Federal tras la dimisión de Santos Cerdán como secretario de Organización del partido con todas las miradas puestas en su secretario general, Pedro Sánchez, y las reformas y medidas contra la corrupción que pueda anunciar.
El partido espera salir unido de la cita del próximo sábado en Madrid, con un mensaje de contundencia contra los corruptos tras el escándalo que ha unido judicialmente a Cerdán con el también exsecretario de Organización socialista José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García.
Pero habrá también voces críticas y sobre la cita sobrevolarán las palabras de quien fue el líder del partido durante más de dos décadas, Felipe González, quien esta semana abogó por elecciones anticipadas y avanzó que no votará al PSOE por la ley de amnistía.
En la reunión del Comité participarán alrededor de 300 personas, entre ellos los miembros de la Ejecutiva federal y los líderes regionales del partido. También podrían sumarse, según los estatutos, ex secretarios generales, aunque nadie espera a González.
La secretaría de Organización interina, integrada por cuatro personas y nombrada por Sánchez tras la dimisión de Cerdán, cierra ya los últimos detalles de un Comité que será largo, según adelantan a EFE fuentes de este equipo.
Se esperan cambios en la Ejecutiva y un nuevo o nueva secretaria de Organización, propuestos por Sánchez, quien además podría anunciar alguna de las medidas anticorrupción que llevará al Congreso el 9 de julio, cuando se ha programado un pleno monográfico sobre el caso Koldo.
El presidente del Gobierno abrirá y cerrará el turno de intervenciones en el comité y se espera una gran participación y muchas propuestas, además de momentos de «desahogo» por el caso de Cerdán.
Tras la primera intervención de Sánchez tomarán la palabra los líderes territoriales y se abrirá el turno a todo aquel que quiera hablar. «Ojalá el debate sea dentro del partido» y no solo público, apuntan fuentes de la dirección.
Superar el «duelo»
Varios miembros de la Ejecutiva consultados por EFE utilizan la misma metáfora para explicar la situación que atraviesa el PSOE desde que saliera a la luz la presunta implicación de quien fuera el número 3 del partido en el caso Koldo, y es que el partido recorre «las fases del duelo».
Una vez superada la negación, han entrado en la fase de indignación y en ella esperan encontrar las fuerzas para salir más fuertes para lo que queda de legislatura.
Aunque Sánchez está «muy dolido en lo personal» con Cerdán, colaborador cercado desde las primarias que le auparon a la secretaría general del partido, está motivado para seguir hasta 2027, aseguran.
En opinión de un destacado miembro de la dirección del PSOE, en muchos casos los dirigentes están más abatidos que la militancia y los socialistas de base están animándoles para seguir con las reformas sociales. La única alternativa al Gobierno progresista, les recuerdan, sería uno formado por PP y Vox.
González y otros críticos
Aunque el partido cierra filas en torno a Sánchez, diversas voces han pedido elecciones tras conocerse la supuesta implicación de Cerdán en el caso Koldo.
Entre los más críticos, una treintena de ex altos cargos socialistas que mandaron una carta a Sánchez para exigirle un adelanto electoral -a quienes el partido no da importancia-, pero también el expresidente González.
Escucharle decir que no va a votar al PSOE ha sido «duro», reconocen algunos miembros de la dirección, que no obstante reivindican la ley de amnistía y la contundencia con la que Sánchez ha respondido ante los casos de presunta corrupción conocidos.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, favorable a un adelanto de las generales para no perjudicar los intereses socialistas en comunidades y ayuntamientos, se ha mostrado escéptico sobre las medidas que Sánchez pueda plantear en el Comité.
Irá, ha dicho, a escuchar «las explicaciones» del secretario general y ver «en qué consiste asumir la responsabilidad de lo que ha pasado».
Page opina que el Gobierno «no tiene ni idea de hasta dónde va llegar el agujero que están haciendo los casos de corrupción», pero quiere creer que Sánchez no sabía de estos actos.
Como él, otro dirigente regional crítico consultado por EFE destaca la dificultad de dar un impulso nuevo a la legislatura, como exigen los socios parlamentarios y muchos dirigentes socialistas. Frente a las voces que piden un empujón en política social, está la realidad de la complicada aritmética parlamentaria, recuerda.
Confía que en que todas la voces sean escuchadas en el Comité Federal, también las contrarias a Ferraz, y destaca que nadie busca una guerra interna, sino construir una salida «entre todos». EFE
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