Madrid, 28 abr (EFE).- El Real Madrid afronta este martes una cita decisiva ante el Olympiacos griego en el tercer partido de los cuartos de final de la Euroliga, en el que no tiene margen de error después de las dos derrotas cosechadas en Atenas y necesita una victoria para seguir soñando para optar a luchar por el título.
El 2-0 en la eliminatoria al mejor de cinco encuentros hace que los de Chus Mateo estén obligados a ganar ante su afición en el Movistar Arena (21.00h) para tratar de forzar al menos el cuarto partido este jueves.
La tarea es compleja para el conjunto madridista a tenor del desarrollo de los dos duelos disputados en el pabellón de La Paz y la Amistad, donde los helenos fueron superiores, si bien en el segundo de ellos los blancos experimentaron una mejoría.
El cuadro de dirige Georgios Bartzokas, líder de la fase regular de la Euroliga, se mostró sólido ante su hinchada, con su estrella el búlgaro Aleksander Vezenkov a un nivel excelente, con 23 y 22 puntos en los dos choques.
En la liguilla regular el Olympiacos también ganó los dos partidos al Real Madrid, que también tiene la estadística en contra en la Euroliga al haber superado solo una eliminatoria, en la que no disponía del factor cancha a su favor.
Fue en 2018 cuando dejó en la cuneta a Panathinaikos por 1-3, una gesta que completó con su décimo título en la máxima competición continental.
A pesar de todo, Chus Mateo, técnico blanco, ve factible llegar a la final a cuatro de Abu Dabi, del 23 al 25 de mayo. “¿Vamos a remontar?, si me lo pregunta un aficionado le diría que sí, sin duda ninguna, porque ellos también tienen que tener la ilusión, la esperanza y la fe, que nosotros tenemos. Hemos ido salvando finales y seguimos peleando y en pie”, dijo el técnico madridista en rueda de prensa en la ciudad deportiva, donde la plantilla pudo entrenar a pesar del apagón que ha afectado a toda España.
No obstante, Mateo recomendó cautela porque, a su juicio, ganar tres partidos seguidos a Olympiacos requiere de algo más que optimismo: “estamos hablando de trabajo, de tratar de reducir la pérdidas y los rebotes de ataque, de seguir haciendo unas buenas defensas”.
“Tenemos que ser serios a la hora de cuidar el balón y reducir las posesiones que les damos a ellos y que nos castigan en exceso. No cuenta lo que sucedió en Atenas”, indicó el preparador blanco.
Los de Bartzokas aspiran a meterse en su cuarta fase final consecutiva, si bien no ganan el título desde 2013, cuando conquistaron su tercera Euroliga ante el Real Madrid.
En su contra está la ‘maldición’ de que el equipo que ha ganado la fase regular nunca ha obtenido el título. Ambos protagonizaron las finales de 2015 y 2023, las dos con victoria blanca, y la semifinal del pasado año, que cayó también del lado del Real Madrid.
Desde 2011 el conjunto madrileño ha estado en todas las finales a cuatro, salvo en tres (2012, 2016 y 2021).
Mateo cree que a pesar de la solidez demostrada por Olympiacos es batible y se le puede “buscar las cosquillas”.
“Por supuesto que les podemos ganar, estoy convencido. Si hacemos las cosas bien, como hemos venido haciendo últimamente. Vamos a tener opciones de hacerlo. Cada partido es un mundo”, añadió el técnico del conjunto blanco, que lleva 17 victorias encadenadas en la Liga Endesa.
Ante la posibilidad de quedar eliminados, lo que supondría el tercer título perdido después de caer en las finales de la Supercopa y la Copa del Rey, Mateo no quiso detenerse en las consecuencias que tendría y apuntó que “el vértigo es no ser ambicioso y es algo inherente al cargo y al club”.
“Lo único que no me gustaría tolerar en un equipo como el mío es que no luchásemos. No se puede poner en tela de juicio nuestra intención, nuestras ganas, nuestra lucha y nuestra entrega. Eso no puede faltar”, remarcó Mateo, quien dispone de toda la plantilla para el partido de mañana.