Viena, 23 may (EFE).- Las polémicas declaraciones de Johannes “JJ” Pietsch, ganador del Festival de Eurovisión 2025 el domingo pasado, contra una participación de Israel en la próxima edición del certamen han causado fuertes reacciones en su Austria natal.
Las críticas explícitas de Johannes Pietsch (conocido como JJ) contra Israel por la guerra en Gaza, sin mencionar las causas ( los ataques terroristas de Hamás de 2023), y su comparación de Israel con Rusia, fueron condenadas tanto por la clase política como por la prensa austríaca.
Algunos políticos acusaron al artista de “antisemitismo”, mientras otros hablaron de una “demonización ilegítima de Israel” y calificaron sus palabras como “desconcertantes” e “inaceptables”.
“El terrorismo y el antisemitismo no tienen cabida en nuestra sociedad libre y pluralista, al igual que tampoco las simpatías hacia ellos”, dijo el secretario de Estado Alexander Pröll, en nombre del Gobierno formado por democristianos, socialdemócratas y liberales, cuya cúpula se reunió el lunes con el artista.
Por su parte, el presidente de la Comunidad Judía de Austria, Oskar Deutsch, quien había celebrado en redes sociales el triunfo austríaco en Basilea, dijo el jueves que las declaraciones del cantante son “decepcionantes y sobre todo peligrosas”.
El embajador de Israel en Viena, David Roet, invitó al artista a un encuentro personal, incluso en Israel, para que pueda conocer de primera mano lo sucedido en la ofensiva terrorista de Hamas del 7 de octubre de 2023.
Ese ataque fue el desencadenante de la actual guerra en Gaza, donde han muerto más de 50.000 palestinos, muchos de ellos civiles, en bombardeos y ataques contra Hamas, que sigue manteniendo cautivos a 58 rehenes israelíes.
Ante la subida de tono y las duras críticas, sobre todo en los diarios tabloides y en redes sociales, el presidente federal austríaco, Alexander Van der Bellen, decidió este viernes tomar la palabra y pidió en un comunicado “evitar juicios generalizados” tanto sobre el artista como sobre Israel.
“Estoy en contra de responsabilizar a una persona individual o a un artista por el comportamiento de un gobierno”, dijo el presidente austriaco, quien destacó la importancia de que Austria apoye siempre a Israel, pero sin excluir posibles críticas a las acciones de su gobierno.
Se debe diferenciar entre una “posición inquebrantable hacia el Estado de Israel” y la crítica al “gobierno actual de (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu, especialmente en el caso de Gaza”, dijo Van der Bellen.
Después de que el ente de radiotelevisión austríaco ORF se distanciara de sus palabras, que calificó como “opinión personal” del cantante, JJ publicó a través de su discográfica una disculpa, que algunos medios criticaron como “tibia” o “pseudo-excusa”.
En ella, el cantante habla de un “malentendido” en torno a sus palabras y rechaza todo tipo de violencia contra civiles, sean palestinos o israelíes, al tiempo que concluye que no se pronunciará más sobre este tema.
De hecho, en sus declaraciones a los diarios españoles El País y ABC el cantante austro-filipino, educado en Dubai y miembro del colectivo ‘queer’, había sido tajante al decir que estaba “muy decepcionado de que Rusia fuera excluida mientras que Israel sigue en el festival. Los dos son agresores”.
“Me gustaría que el año que viene Eurovisión se celebre en Viena y sin Israel”, manifestó en la entrevista a El País.
Además, en ABC acusó a Israel de “provocar” durante el festival, en aparente alusión a la elección de su cantante rival, Yuval Raphael, una superviviente de los atentados de Hamas, que salvó la vida al esconderse durante horas debajo de cadáveres.
JJ expresa además dudas sobre el televoto, ganado por Israel el domingo, y exige “mayor transparencia” al respecto.
De hecho, el Festival de Eurovisión anunció hoy que estudiará la actual política de permitir 20 televotos por persona, así como las campañas de apoyo de los participantes por parte de sus delegaciones.
La participación de Israel en Eurovisión causa polémica y fuertes emociones desde hace años, especialmente desde los atentados del 7 de octubre de 2023 y la respuesta militar israelí en Gaza.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llegó a pedir esta semana incluso la expulsión de Israel del certamen.