Londres, 26 jun (EFE).- Las autoridades sanitarias británicas han decretado por segunda semana consecutiva la llamada alerta ámbar (penúltima de la escala, antes de la roja) en cinco regiones de Inglaterra por las altas temperaturas que se vivirán este fin de semana.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, en inglés) y la Agencia Meteorológica (Met Office) han lanzado esa advertencia para las regiones del Sudeste, Suroeste y Este de Inglaterra, así como para las East Midlands (centro) y Londres desde las 12:00 hora local (11:00 GMT) de este viernes hasta las 06:00 (05:00 GMT) del próximo martes.
De igual forma, han decretado la alerta amarilla, una menor en la escala, en las regiones de Yorkshire (norte) y las West Midlands (centro).
Se espera que las temperaturas vayan en ascenso los próximos días, alcanzando su pico el lunes, cuando la mayoría del país superará los 30 grados centígrados.
La alerta implica que «son probables impactos significativos en los servicios sanitarios y de atención social debido a las altas temperaturas», que incluyen un aumento de la mortalidad, especialmente entre mayores de 65 años y personas enfermas, un exceso de la demanda energética, o mayores esperas en los centros de salud.
La UKHSA concede a esta ola de calor un marcador de riesgo de 12 sobre 16, considera que tendrá un impacto «medio» y juzga como «alta» la probabilidad de que se produzca.
Los colegios del país han recibido avisos por parte del Gobierno para extremar las precauciones con los alumnos, que todavía no han terminado el curso escolar.
El director de Eventos Extremos y Protección Sanitaria de la UKHSA, Agostinho Sousa, recordó en un comunicado que la semana pasada el país ya sufrió una ola de calor y que de nuevo se prepara para altas temperaturas, especialmente en las áreas central, meridional y oriental de Inglaterra.
Por los efectos de este tiempo sobre la población más vulnerable, Sousa recomendó chequear con amigos, familia y vecinos su estado de salud con regularidad.
Además, la agencia aconsejó a la población mantener las casas más frescas cerrando ventanas y cortinas, cubrirse el cuerpo con ropa adecuada, evitar salir a la calle en las horas más calurosas o planear la actividad física para los momentos en que baje la temperatura.
