Nacho Herrero
Valencia, 5 sep (EFE).- Un concierto homenaje a Nino Bravo inaugurará este sábado en Valencia el Roig Arena, un recinto multiusos impulsado por el empresario Juan Roig con una inversión de 400 millones que tiene su origen en el crecimiento del Valencia Basket y que está preparado para acoger las mayores citas de cualquier deporte a cubierto.
La instalación tiene un aforo de 15.600 espectadores para partidos de baloncesto y deportes similares. Además de los partidos del club valenciano, que arrancarán el 2 de octubre con un partido de su equipo masculino ante el Virtus en la Euroliga, ya tiene un primer gran evento en su agenda.
Se trata de la Copa del Rey de baloncesto de los años 2026 y 2027, una de las grandes citas anuales del deporte español y que está considerado como uno de los torneos más atractivos del deporte europeo.
Roig es el máximo accionista del Valencia Basket y, cuando en la temporada 2016-17 conquistó por primera vez la Liga Endesa, vio que la Fonteta, el veterano pabellón municipal que le ha acogido casi cuatro décadas, decidió dar el paso definitivo para la construcción de la que ya es la nueva casa del club ‘taronja’. Lo hizo a través de la empresa Licampa 1617, un guiño a ese gran éxito.
«El origen, la semilla, de este gran proyecto, es el Valencia Basket», apuntó esta semana el director general del Roig Arena Víctor Sendra. «El hito que dispara este proyecto es la temporada 2016-17, cuando el Valencia gana la liga. Ahí esto empieza a andar», admitió.
La infraestructura, que espera tener más de un millón de espectadores durante su primer curso, tiene ya agendados ochenta conciertos y setenta eventos corporativos, pero Sendra destacó el papel preferencial que tendrá el baloncesto.
«El Valencia Basket tiene prioridad absoluta, máxima. No hay posibilidad de que no pueda jugar, pero somos hijos del mismo padre, somos hermanos y colaboramos. El Valencia y el Roig Arena van de la mano», apuntó.
Eso sí, la convivencia obligará a tener un proceso ágil de montaje y desmontaje de escenarios y de la pista en el que los operarios llevan ya semanas de ensayos. «Sinceramente, tenemos que correr», admitió Sendra. La idea es que tras los conciertos que acaben por la noche, la pista vuelva a estar montada a las 9 de la mañana del día siguiente.
Una de las grandes satisfacciones de Roig es que en la temporada del estreno, tanto el equipo masculino como el femenino, además de la Liga Endesa y la Liga Femenina, vayan a disputar la Euroliga, la principal competición del baloncesto continental.
Esa perspectiva y la de estrenar su nueva casa han impulsado el crecimiento de los abonados del club, en el caso del masculino serán 10.800 y en el femenino 3.700. En las últimas campañas el club había tenido que limitar el abono conjunto que permitía ver a los dos equipos a 7.500 socios, ya que el aforo máximo de la Fonteta era de 8.000.
Los asistentes a partidos de baloncesto y a los setenta eventos corporativos ya previstos elevan a más de un millón los espectadores que espera tener el Roig Arena en su primer año de vida, una cifra en la que los conciertos aportarán cerca de seiscientas mil entradas.
En el ‘modo música’, puede albergar hasta 18.600 personas con el escenario en un fondo y hasta 20.000 si está en el centro de la pista y existe además una sala auditorio con capacidad para dos mil espectadores.
La idea inicial de una nueva casa para el Valencia Basket, que tiene en el recinto sus oficinas, tienda, museo y una segunda pista para entrenar, creció hasta convertirse en uno de los recintos multiusos más modernos del mundo. Solo en el edificio y en su arranque la inversión es de 365 millones.
El proyecto global, que crece hasta los 400 millones de inversión, incluye un parking en altura con más de mil plazas que se inauguró hace un año con un coste de 20 millones, la construcción del colegio público Les Arts, que estaba proyectado en la parcela en la que se levanta el Arena y ha costado 8 millones, y un enorme parque en el exterior del recinto que lo ‘une’ con la Fonteta y con L’Alqueria del Basket, la instalación de cantera del club en la que Roig invirtió 21 millones en 2017.
Tras la propuesta de Roig, el Ayuntamiento declaró el proyecto de interés general en 2018 y en 2020 lo sacó a concurso público. La adjudicación a Licampa 1617 se hizo con un cesión de la parcela durante 50 años prorrogables durante 25 más. Después, la instalación podría pasar a ser municipal. El Roig Arena pagará un canon actualizable de unos doscientos mil euros anuales al consistorio.
El proyecto inicial tenía un presupuesto de 220 millones y estaba previsto acabarlo en 2023. De hecho, su apertura tenía ya un gran evento deportivo previsto, el Mundial de Gimnasia Rítmica, que finalmente se disputó en Feria Valencia.
La pandemia de la covid19, la guerra de Ucrania y las crisis inflacionistas fueron elevando el presupuesto, pero también lo han hecho las mejoras que se han realizado en el proyecto especialmente en insonorización, tecnología y acabados.
El Roig Arena cuenta con 1.700 metros cuadrados de pantallas LED. Se incluyen un ‘ojo’ exterior, una gran pantalla de diez metros de alto y 50 de ancho; un videomarcador en forma de cubo con dos pantallas de 18 metros cuadrados con una enorme resolución y que ocho motores permiten bajar a pie de pista en tres minutos; una gran pantalla de 75 metros de largo por 6,75 de alto en el frontal; y un ‘ribbon’ de 210 metros cuadrados que rodea las gradas.