Moscú, 11 abril (EFE).- Máximo goleador de la historia de la NHL, la liga de hockey sobre hielo que disputan equipos de EEUU y Canadá, y amigo de Putin y Trump. Esas son las credenciales del ruso Alexandr Ovechkin, que pasó a la historia del deporte el 6 de abril durante el partido disputado ante los New York Islanders. Un día para los anales del deporte rey en su país, Rusia.
Para ello ha tenido que anotar 895 goles, uno más que la mayor leyenda del hockey, Wayne Gretzky. El canadiense lideraba esa lista desde 1994 y marcó su último gol (el 894) en 1999.
Para que nos hagamos una idea, ese récord es comparable al que Lebron James rompió en 2023 al superar los 38.387 puntos de Kareem Abdul-Jabbar. El pívot de los Lakers ostentaba esa récord desde 1984.
Entre rusos anda el juego
Ovechkin, conocido como Ovi por los aficionados de los Washington Capitals, ha logrado este hito histórico en su vigésima temporada como profesional, las mismas que disputó Gretzky, cuyo abuelo emigró hace un siglo a Canadá procedente del Imperio ruso.
Comenzó la temporada con el objetivo de anotar los 43 goles necesarios para alcanzar al canadiense. El líder de los Capitals sufrió una lesión en noviembre que hizo temer por el récord. Pero el ruso de 39 años es un seguro de vida, ya que ha marcado más de 30 goles en 19 de sus 20 temporadas como profesional.
Parte de la prensa estadounidense apuntaba en las últimas temporadas que el ruso no había perdido su hambre, pero sí su velocidad, por lo que el récord era inalcanzable. A eso se sumaba los partidos perdidos por las huelgas y el Covid.
Con todo, aunque el ruso ya tenía, entre otros, el récord de disparos a puerta y el de temporadas con más de 35 tantos (15), el tres veces MVP de la liga quería ser a toda costa el máximo goleador. Eso sí, se lo tomó “partido a partido”, ya que aún tiene contrato hasta 2026, por lo que podría haber aplazado una temporada su histórica misión.
La grandeza de Ovechkin se demuestra en que el ruso se negó a marcar a puerta vacía y anotó el histórico tanto desde su posición favorita -a la derecha del portero con un remate de primeras- en los mismos partidos que Gretzky (1.487).
Como es tradición en la NHL, Gretzky le acompañó durante los últimos partidos, dándole ánimo tanto en las redes sociales como desde la grada. Tras lograr el récord, no dudó en descender a la pista y fundirse en un abrazo con su sucesor.
“Es algo grande para el hockey (…) Estoy muy orgulloso de Alex”, dijo el canadiense.
Pero ya lo había hecho cuando en 2022 el ruso sufrió una sequía goleadora. Entonces, le dijo que alcanzaría los 900 goles sin darse cuenta. El hockey es un deporte rudo, pero de caballeros.
Alejandro el Grande
Así le ha llamado la prensa rusa, muy necesitada de noticias positivas en tiempos de guerra. También le han comparado con los mejores deportistas del momento: Lebron, Messi o Djokovic.
No es para menos. La carrera por el récord de Ovi, que ha reconocido que está aliviado de haberse quitado de encima la gran presión que sufrió en las últimas semanas, se convirtió también en una de las mayores historias del año en la prensa estadounidense.
El historia de Ovechkin sólo está al alcance de los elegidos. Marcó su primer gol el 5 de octubre de 2005. En diciembre de 2022 se convirtió en el segundo máximo anotador de la NHL al superar los 802 goles del legendario Howe.
Ovi, que ha sido tres veces campeón mundial con Rusia, suma ya más de 200 goles desde el 1 de enero de 2020, por lo que es el primer jugador en la historia en superar esa cifra de tantos en tres décadas diferentes.
Además, el pasado 6 de marzo arrebató al canadiense el récord de goles en partidos ganados por su equipo en la liga regular con 636 tantos.
Gretzky, quien aún ostenta récords inalcanzables como 50 hat tricks, frente a los 32 del ruso; 2.857 puntos y 1.963 asistencias, predijo que pasarán muchos años hasta que alguien bata el nuevo récord, que también podría perdurar durante décadas.
“Sé lo difícil que es marcar 894 goles (…) Todos dicen que los récord están hechos para batirlos, pero no estoy seguro de que alguien pueda superar este”, dijo.
La clave es si el ruso seguirá un año más en Virginia, donde ha vivido los últimos 20 años, o regresará a su ciudad natal y cumplirá su promesa de jugar con la camiseta del Dinamo Moscú.
“Creo que no prolongaré el contrato con Washington y dentro de un año volveré al Dinamo”, dijo, aunque admitió que todo dependerá de su maltrecho cuerpo tras toda una vida en el hielo.
Amigo de Putin y Trump
Los últimos tres años de Ovechkin no han sido fáciles. Fue muy criticado por no condenar la guerra de Ucrania. Y es que el hockeísta es un conocido partidario del presidente ruso, Vladímir Putin. En 2017 incluso fundó una web llamada PutinTeam en la que instaba a apoyar al jefe del Kremlin.
Ante las presiones recibidas, días después del comienzo de la campaña militar rusa abogó por la paz: “Es una situación complicada. Tengo amigos en Rusia y en Ucrania. Es duro ver esta guerra. Espero que termine pronto y haya paz en todo el mundo. Por favor, no más guerra”.
Por ello, fue criticado públicamente por algunos de sus compañeros de profesión, como el checo Dominik Hasek, que le llamó “gallina de mierda” y recordó que cientos de miles de personas han muerto por culpa de las bombas rusas.
Aunque Ovechkin mantiene como avatar en su cuenta de Instagram su foto con Putin, la NHL ha hecho oídos sordos y alentado su campaña goleadora para superar a Gretzky.
Le ayudó que el actual presidente de EEUU, Donald Trump, le recibiera en la Casa Blanca en su primer mandato y también que le calificara de “gran jugador” en un mitin en el pabellón de los Capitals en enero pasado, un día antes de su investidura para un segundo mandato presidencial.
“Aquí está un ruso aplaudido por todo el mundo. Nunca ha abandonado su bandera, su himno ni a su presidente”, comentó Viacheslav Fetísov, leyenda del hockey ruso y estadounidense.
Se da el caso que, debido a la guerra, la selección rusa no disputar torneos internacionales desde 2022, lo que se le impedirá disputar también el próximo año el Mundial en Zurich y Friburgo.
Pero Ovi podría ser una de las estrellas invitadas al partido de exhibición que podrían disputar próximamente Rusia y EEUU en el marco de la diplomacia del hockey fomentada por Putin y Trump.
Mientras se decide el futuro del planeta, la camiseta del récord se vende como rosquillas entre los aficionados de los Capitals a 35 dólares la unidad.