Manila, 10 jun (EFE).- Los miembros del influyente Senado de Filipinas juraron este martes sus cargos para convertirse en los jueces de un proceso de destitución contra la vicepresidenta Sara Duterte por acusaciones de corrupción que podría acabar con su carrera política.

Vestidos en su mayoría con togas rojas, según imágenes compartidas en directo por la cámara alta del Congreso, 22 senadores juraron el cargo y prometieron neutralidad, de cara a la lectura mañana de los cargos contra la vicepresidenta en un juicio político en el que estará al frente el presidente del Senado, Francis Escudero.

Los senadores, muy divididos, deberán juzgar las acusaciones de corrupción y de utilizar de forma indebida fondos reservados que pesan sobre Sara Duterte, a quien también se le recrimina haber amenazado de muerte al presidente, Ferdinand Marcos Jr.
Este juicio político llega después de que la Cámara de Representantes aprobara, el pasado febrero, un proceso de destitución del que ahora depende el futuro de la vicepresidenta: de ser encontrada culpable, Sara Duterte quedaría inhabilitada de por vida y no podría presentarse como candidata a las elecciones presidenciales de 2028.
Eso, si el dividido Senado decide finalmente seguir adelante con el juicio político. Una posibilidad que los fieles a la vicepresidenta están tratando de bloquear.
El presidente del Senado fue duramente criticado por retrasar la formación del tribunal y la lectura de los cargos contra la vicepresidenta, un acto que estaba inicialmente previsto el pasado lunes.
Robinhood Padilla, miembro de la cámara alta aliado con el clan Duterte, presentó el lunes una moción para desestimar el juicio político. Ronald dela Rosa, también senador considerado como el cerebro de la sangrienta guerra contra las drogas del expresidente Rodrigo Duterte, presentó hoy un recuso similar.
Los aliados de Duterte sostienen que el curso legislativo acaba el 30 de junio por lo que no da tiempo a celebrar este juicio político y que cualquier asunto pendiente se da como terminado.
Por su parte, senadores críticos con la vicepresidenta y expertos legales han señalado que el proceso de destitución no es una materia legislativa y no expira con el periodo de sesiones.
Entre toda esta efervescencia política en el país asiático, la oficina de Sara Duterte reveló que la vicepresidenta ya no se encuentra en Filipinas.
La hija del expresidente Rodrigo Duterte viajó hoy a Malasia en «un viaje personal» y permanecerá allí hasta el jueves por lo menos.
Marcos Jr. y Sara Duterte pasaron de liderar una exitosa campaña a la presidencia en 2022 a protagonizar una sonada ruptura, marcada por amenazas de muerte de la vicepresidenta hacia el mandatario.
El arresto de Rodrigo Duterte el pasado marzo, tras ser acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de crímenes contra la humanidad en el marco de su sangrienta guerra contra las drogas, supuso una nueva crisis en las tensiones entre ambas familias.