El soterramiento de la A-5 cumple los plazos para terminar el túnel en noviembre de 2026

Vista del estado de las obras de la A-5 este martes, donde se ha comenzado a excavar el futuro túnel que soterrará la autovía para dar vida al Paseo Verde del Suroeste, en el entorno del enlace con la carretera de Boadilla. EFE/Mariscal

Madrid, 29 jul (EFE).- El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha destacado este martes que el soterramiento de la A-5 «sigue en plazo», de manera que el túnel estará listo en noviembre del próximo año 2026.

Vista del estado de las obras de la A-5 este martes, donde se ha comenzado a excavar el futuro túnel que soterrará la autovía para dar vida al Paseo Verde del Suroeste, en el entorno del enlace con la carretera de Boadilla. EFE/Mariscal

Junto a varias fotografías de las obras, Almeida ha publicado un mensaje en la red social X en el que ha indicado que «ya se ha ejecutado el 62 % de los pilotes» y 14.800 metros cuadrados de losa superior.

Vista del estado de las obras de la A-5 este martes, donde se ha comenzado a excavar el futuro túnel que soterrará la autovía para dar vida al Paseo Verde del Suroeste, en el entorno del enlace con la carretera de Boadilla. EFE/Mariscal

Más de seiscientos operarios trabajan para transformar el asfalto en un bulevar peatonal, ha precisado el regidor madrileño.

Con la ejecución del Paseo Verde del Suroeste y el soterramiento de la A-5, el Ayuntamiento de Madrid recuperará para los vecinos el espacio ocupado en la actualidad por la autovía que separa los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas, que han estado distanciados de los de Campamento y Casa de Campo (este último perteneciente al distrito de Moncloa-Aravaca).

La obra, una vez finalizada, reducirá un 90 % el tráfico en superficie, donde actualmente circulan 80.000 vehículos al día, así como las emisiones contaminantes.

En superficie, la cubrición de la A-5 dará continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer en una actuación que comprende un total de 3,2 kilómetros.

Se priorizará la movilidad peatonal y ciclista, dejando una vialidad dimensionada para atender los recorridos locales del vehículo privado y el transporte público urbano.

Bajo tierra, el nuevo túnel tendrá una distribución de dos vanos y tres carriles por sentido.

Las vías más próximas a la mediana en ambas calzadas se diseñarán para su uso como carriles bus-VAO, dotados con una señalización variable que permitirá regular su utilización en función de las necesidades del tráfico en cada momento.

La flexibilidad de este sistema permitirá optimizar la infraestructura, adaptándose a la demanda de transporte de manera variable.