Las Palmas de Gran Canaria, 10 mar (EFE).- Bubacarr Manneh, de Gambia, y Moussa Baldé, de Senegal, tienen el sueño de ser jugadores profesionales de baloncesto en el futuro, algo que se acerca gracias al proyecto Nexo, una alianza entre el Dreamland Gran Canaria, el Gobierno de Canarias y la Fundación Disa que integra en este deporte a 25 menores migrantes tutelados por la comunidad autónoma

El proyecto Nexo va mucho más allá de ser una simple actividad de ocio para los chicos que participan en él: de hecho, aspira a convertirse en una herramienta para la “cohesión social” de menores que necesitan este tipo de apoyo.

Arrancó a mediados de febrero en una fase piloto, pero que ya tiene vocación de permanencia y de llevarse más allá de Gran Canaria, han asegurado sus promotores en la presentación del mismo este lunes en el pabellón de Vega de San José.
Bubacarr y Moussa son dos de los primeros jóvenes que han podido beneficiarse de esta iniciativa. Ambos llegaron hace en torno a un año a las islas en cayuco después de cruzar el Atlántico en busca de una vida mejor, a los dos les apasiona el deporte de la canasta y los dos lo han practicado por primera vez en su vida.
Los dos jóvenes han admitido, en declaraciones a los periodistas, que persiguen el sueño de ser jugadores de baloncesto en un futuro y que, por ello, pelearon por ser uno de los beneficiarios de Nexo, para poder iniciarse en el deporte y entrenar duro.
“Es mi primera vez jugando al baloncesto, tengo aquí amigos y lo disfruto mucho. Quiero seguir jugando y llegar a mucho más en el deporte”, ha asegurado Manneh.
Por su parte, Baldé ha explicado que su pasión por el baloncesto comenzó siendo pequeño, cuando no se perdía ni un solo partido que echaban por la televisión, y ha admitido que tiene como referente al actual presidente del Dreamland Gran Canaria, Sitapha Savané, que también es senegalés, como él.
“Desde que era pequeño, tenía como sueño este, y vi que para poder cumplirlo, tenía que salir de mi país. En mi país hay trabajo, pero es muy duro, con fuerza, de campo, y al final de semana no hay mucho dinero como sueldo”, ha contado a los medios mientras el resto de sus compañeros seguían con el entrenamiento.
Por ello, el joven senegalés se embarcó en la peligrosa aventura oceánica de intentar alcanzar Canarias a bordo de una embarcación precaria, como ya habían hecho conocidos y amigos, que habían conseguido estudiar en España, tener los papeles en regla y regresar a Senegal para construir casas para sus padres.
Y ahora que está en Gran Canaria, no ha dudado en aprender el idioma y asistir a cursos para mejorar y continuar formándose, ya que en su país natal no dejó de acudir a la escuela pese a que cada año conllevaba un mayor desembolso para sus padres.
Servir como herramienta para la integración de chicos como Bubacarr y Moussa es el principal objetivo que se ha marcado la Viceconsejería de Bienestar Social del Gobierno canario con este proyecto, en palabras de su responsable, Francis Candil.
Durante la presentación, Candil ha recordado cómo iniciativas similares ya se han iniciado en otras islas y en otras disciplinas deportivas como la lucha canaria o el fútbol.
“El deporte se convierte en una herramienta muy eficaz para incluir e integrar a los más pequeños a nuestra sociedad, lejos de prejuicios y problemática de la que ellos en muchos casos no tienen conocimiento. Y más allá de que consigamos algún gran jugador, lo que se trata hoy es de poner el valor el sentido que tiene el baloncesto como herramienta inclusiva”, ha remarcado.
Una idea que ha refrendado Sitapha Savané: “Nos gusta utilizar mucho la frase de ‘usar el baloncesto como herramienta’. El deporte solo tiene que ser la vía ara trasladar valores, hábitos saludables y darte un foco. No creo que la mentalidad de este proyecto tenga que ser la búsqueda de futuras estrellas, sino todo lo contrario, hacerles que se sientan atendidos”.
El presidente del Dreamland Gran Canaria ha agregado que los 25 chavales que componen esta fase piloto del proyecto se han destacado por sus ganas de aprender y su actitud agradecida ante la oportunidad que se les ha brindado.
Por último, la directora de la Fundación Disa, Sara Mateos, ha resaltado el valor de la alianza que se ha conformado entre la administración pública y dos entidades privadas para llevar a cabo el proyecto Nexo, así como la “mayor agilidad” con la que puede actuar el sector privado para atender este tipo de demandas con respecto a las instituciones y su burocracia.