São Paulo, 20 ago (EFE).- La Corte Suprema de Brasil dictó una serie de medidas cautelares contra el influyente pastor evangélico Silas Malafaia, estrecho colaborador de Jair Bolsonaro, en el marco de la causa por intento de golpe de Estado contra el expresidente.
El magistrado Alexandre de Moraes, instructor del proceso por golpismo, prohibió a Malafaia, uno de los mayores defensores de Bolsonaro, abandonar el país y entrar en contacto con otros investigados, según informó la Policía Federal en una nota.
De Moraes considera que Malafaia actuó para torpedear y tumultuar el juicio que afronta Bolsonaro por intento de golpe de Estado, cuya fase oral empezará a partir del próximo 2 de septiembre.
Los agentes cumplieron las órdenes expedidas por el juez en la noche de este miércoles, cuando Malafaia desembarcó en el aeropuerto internacional de Galeão, en Río de Janeiro, procedente de Lisboa.
El líder religioso, que cuenta con millones de seguidores en redes sociales y ha promovido protestas en las que defendió la inocencia de Bolsonaro, fue también interrogado por las autoridades brasileñas en dependencias del aeropuerto.
Para el juez, el pastor evangélico «ejerce un papel de liderazgo en las acciones planeadas para coaccionar a los magistrados del Supremo y a otras autoridades brasileñas», según apunta en el fallo.
En este contexto, considera que hay «indicios de comisión de delitos gravísimos, como consecuencia de la existencia de una campaña criminal cuyo objetivo es precisamente obstruir el curso de la acción penal, mediante coacción a los jueces del Supremo».
En el caso también constan como investigados el propio Bolsonaro y uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, igualmente apuntados de maniobrar, junto con el Gobierno de Estados Unidos, para lograr archivar el proceso por golpismo.
En el marco de las indagaciones, la Policía Federal presentó este miércoles cargos contra ambos por indicios de delitos de «coacción» y «tentativa de abolición del Estado democrático de derecho mediante la restricción del ejercicio de los poderes constitucionales».
Bolsonaro afronta en el Supremo un juicio penal bajo la acusación de «liderar» una conspiración golpista para mantenerse en el poder e impedir la toma de posesión de su sucesor, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, tras perder las elecciones de 2022.
Ese juicio, en el que se enfrenta a una posible pena de 40 años, fue el principal motivo que llevó al presidente de EE.UU., Donald Trump, a imponer un arancel del 50 % adicional a las importaciones brasileñas, así como sanciones a varios de los jueces del Supremo.