El Supremo respalda a Trump en su intento de limitar la ciudadanía por nacimiento

Personas caminan frente a la Corte Suprema de Estados Unidos en Washington (EE.UU.). EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Washington, 27 jun (EFE).- La Corte Suprema de Estados Unidos decidió este viernes alinearse con la petición de la Administración de Donald Trump de levantar los bloqueos en tribunales menores al intento de limitar la ciudadanía por derecho de nacimiento, un fallo que otorga una victoria para el mandatario y que podría repercutir en decenas de demandas contra las políticas del republicano.

Personas caminan frente a la Corte Suprema de Estados Unidos en Washington (EE.UU.). EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Con una mayoría conservadora de 6 a 3, la decisión no se refiere a los méritos del decreto en sí, que busca restringir el derecho automático de ciudadanía estadounidense establecido en la Constitución y negarlo a hijos de padres indocumentados o con visados temporales.

Miembros de la Policía custodian la Corte Suprema de Estados Unidos en Washington (EE.UU.). EFE/EPA/JIM LO SCALZO

En su lugar, el fallo se limita a la jurisdicción de los juzgados menores y la legalidad en sus decisiones de bloquear a nivel nacional una orden del Ejecutivo.

Específicamente, evalúa los bloqueos nacionales temporales a la orden de Trump por parte de tres jueces federales en Maryland, Washington y Massachusetts, quienes determinaron en decisiones separadas que el presidente no tiene la autoridad de cambiar o restringir la Constitución.

En la opinión de la mayoría, la jueza conservadora Amy Coney Barrett escribió que «los tribunales federales no ejercen una supervisión general sobre el poder ejecutivo», sino que «resuelven casos y controversias conforme a la autoridad que les ha otorgado el Congreso».

«Cuando un tribunal concluye que el poder ejecutivo ha actuado ilegalmente, la respuesta no es que el tribunal también exceda su poder», indicó Barret, uno de los votos clave en esta decisión porque durante la presentación de argumentos en mayo cuestionó el porqué el Gobierno pidió al Supremo evaluar cuestiones técnicas y no los fundamentos del decreto en sí, algo sobre lo que el Supremo no se pronunció hoy.

La jueza afirmó que la orden ejecutiva sobre la ciudadanía por nacimiento – cuya aplicación está en pausa temporal en todo el país mientras se revisan los casos – «no entrará en vigor hasta 30 días después de la fecha de esta opinión».

Según expertos, este retraso podría ofrecer un margen para que los querellantes consideren presentar demandas colectivas en lugar de individuales como otra vía de impugnar la orden ejecutiva de Trump.

Unos 255.000 bebés al año podrían quedar afectados por estas limitaciones a la ciudadanía por nacimiento, según un estudio del Migration Policy Institute. Detractores de Trump y expertos legales señalan que este es un derecho constitucional entronizado en la Enmienda 14 y no puede ser derogado por una orden presidencial.

La jueza liberal Sonia Sotomayor anunció su voto discrepante desde el estrado este viernes, un movimiento visto como muy inusual, en señal de su profundo desacuerdo con la mayoría.

«El Estado de derecho no se da por sentado en esta nación, ni en ninguna otra. Es un precepto de nuestra democracia que solo perdurará si quienes tienen el coraje suficiente, en cada rama (del Gobierno), luchan por su supervivencia. Hoy, la Corte renuncia a su papel vital en ese esfuerzo».

En su opinión de disenso, la liberal Ketanji Brown Jackson insistió por su parte en que el fallo permitirá al Ejecutivo violar los derechos constitucionales de todas las personas que no estén nombradas en las demandas, algo que en su opinión, representa una «amenaza existencial para el Estado de derecho» en EE.UU.

Brown advirtió que al traer frente al Supremo estas cuestiones técnicas sobre la autoridad de las cortes y no el mérito de la orden ejecutiva en sí, el Gobierno buscar poner «una cortina de humo» para ejercer «el poder arbitrario e incontrolado que los Padres Fundadores de Estados Unidos buscaron erradicar con la Constitución».

Limitar la ciudadanía automática para hijos de migrantes irregulares era una de las promesas de campaña del republicano, que regresó al poder el 20 de enero con una redoblada política migratoria de mano dura. Trump firmó la orden el mismo día en que asumió su segundo mandato.