Beirut, 23 may (EFE).- El sur del Líbano celebrará este sábado elecciones municipales con el miedo a que Israel lance más ataques de envergadura para obstaculizar la votación en esta región tradicionalmente alineada con el grupo chií Hizbulá y que anoche ya fue objetivo de una fuerte oleada de bombardeos.
Diversos puntos de la región meridional, la última en votar en esta cita electoral que se ha ido desarrollando por fases a lo largo del mes, fueron alcanzados a última hora del jueves por los cazas israelíes, en lo que ha sido interpretado como un mensaje contra la celebración de los comicios.
Sin embargo, el primer ministro libanés, Nawaf Salam, que salió a contestar estas agresiones advirtió que no “disuadirán” al Estado a la hora de cumplir con sus obligaciones electorales, mientras que el líder de Hizbulá, Naim Qassém, respondió con un llamamiento a acudir a las urnas para asegurar una victoria “contundente”.
Decididos a celebrarlas
Ante los temores de cara a los comicios, el ministro libanés de Interior, Ahmad Hajjar, ya explicó el martes que las autoridades han estado llevando a cabo “todos los contactos necesarios” para parar los bombardeos israelíes en general y “específicamente durante el periodo electoral en el sur”.
Las zonas meridionales ya venían siendo objetivo de ataques israelíes prácticamente a diario y esta misma semana fueron escenario de un gran número de bombardeos selectivos de dron contra supuestos miembros de Hizbulá.
Hajjar aseguró que los contactos se desarrollan al más alto nivel empezando por el presidente libanés, Joseph Aoun, y Salam, e incluyen a los países garantes del alto el fuego acordado con Israel hace seis meses, unas peticiones que espera deriven en una “jornada electoral tranquila”.
“En cualquier caso, no estamos a la espera de garantías, sino que estamos decididos a celebrar las elecciones y a ejercer nuestra soberanía y presencia en esta preciada parte de nuestro territorio”, zanjó el titular de Interior.
“Si ocurre cualquier violación o ataque, la decisión es clara: completaremos el proceso electoral y lidiaremos con la realidad sobre el terreno en el momento apropiado”, insistió.
En esta fase, votarán las provincias meridionales de Nabatieh y Sur del Líbano, que se extienden desde la frontera de facto con Israel hasta más allá del río Litani, donde Hizbulá ha tenido que poner fin a su presencia armada en virtud del acuerdo de alto el fuego y ceder el control de la seguridad al Ejercito libanés.
Sin embargo, de los comicios de mañana dependerá que la región siga en manos del movimiento chií a nivel administrativo. En sus áreas fuertes de las provincias de Bekaa y Baalbek-Hermel, en el este del país, Hizbulá revalidó su poder durante las elecciones allí el pasado fin de semana.
En casi todo el sur del Líbano, la formación y su aliado también chií Amal suelen ganar holgadamente o incluso sin oposición. Se espera que la inminente votación resulte en nuevas victorias para ellos, algo que no interesa a Israel.
Primeras desde la guerra
Aunque municipales, estas son las primeras elecciones que tienen lugar en la nación de los cedros desde el conflicto, que ha dejado la capacidad militar de Hizbulá muy mermada y ha matado a casi toda su cúpula, incluido el histórico líder del grupo durante más de 30 años, Hasán Nasrala.
El grueso de la ofensiva lanzada por Israel entre septiembre y noviembre de 2024 se cebó con las áreas ahora llamadas a las urnas, donde hay localidades enteras arrasadas, aún sin servicios básicos casi medio año después del alto el fuego y con pocos medios de subsistencia para la población.
Ante las dificultades logísticas derivadas de esta situación y la continuación de los ataques israelíes contra la región, los bloques políticos libaneses entraron en un rifirrafe entre partidarios de posponer los comicios de forma excepcional y otros interesados en llevarlas a cabo a toda costa.
Finalmente, las autoridades han trazado un plan que incluye que los ciudadanos de las localidades más destruidas acudan a votar a colegios en otras zonas cercanas, mientras que el conocido como dúo chií estaría tratando de ganar el mayor número de administraciones posibles sin oposición, evitando la necesidad de votar.
Todo ello se produce mientras muchos se preguntan si el futuro de Hizbulá camina hacia su permanencia tan solo como partido político, aunque por el momento el grupo ha supeditado un futuro diálogo sobre seguridad al previo fin de los bombardeos israelíes y a la reconstrucción tras la guerra.