El terreno agrario dañado cayó un 13 % hasta marzo, pero aumentaron las indemnizaciones

Vista del río Jarama en Mejorada del Campo (Madrid), que llegó a registrar el pasado 22 de marzo un aumento del nivel del agua de más de dos metros. EFE/Fernando Villar

 Madrid, 4 may (EFE).- Los daños registrados en el campo en el primer trimestre de este año generarán un 3 % más de indemnizaciones, a pesar de contar con un 13 % menos de superficie siniestrada y de menos partes comunicados que en el mismo periodo de 2024.

Así se extrae de los balances de siniestralidad agraria de la entidad de seguros agrarios -Agroseguro- hasta marzo, consultados por EFE.

En concreto, en los tres primeros meses del presente ejercicio se han registrado 367.432 partes de seguro, la mayoría de ganadería, que son un 7 % menos que en el mismo período de 2024.

El monto de las indemnizaciones de todos estos siniestros se elevará a 83,7 millones de euros, según los datos de Agroseguro, que abonó un 3 % menos en el primer trimestre de 2024.

Por lo que se refiere a los partes en parcelas agrícolas, acaparan prácticamente la mitad de las indemnizaciones, con 43,38 millones de euros para 11.269 siniestros.

El año pasado se registraron en las mismas fechas 15.825 partes, si bien los pagos previstos para compensar a los agricultores afectados apenas superaban los 40 millones de euros.

Y, por cultivos, los cítricos lideran los cultivos con más indemnizaciones previstas, en concreto, casi 17 millones de euros; le siguen las hortalizas (9,43 millones), los frutales (4,9 millones) y los herbáceos (4,84 millones).

 

2025, un año sin sequía

El año 2025 arrancó con un enero variable en términos meteorológicos, con bajadas intensas de temperatura y borrascas de gran impacto que atravesaron la península de norte a sur.

Se registraron heladas generalizadas de intensidad variable a mitad de mes y, posteriormente, se produjo el paso de un tren de borrascas con fuertes vientos, como Herminia e Ivo, con intensas precipitaciones y, de manera más aislada, pedriscos.

Causaron daños importantes en el litoral mediterráneo (Comunidad Valenciana y Región de Murcia), zonas del interior de Andalucía (Sevilla, Córdoba) y Almería; y, de manera puntual y más dispersa, a Cataluña y Navarra en aquellos cultivos con producciones próximas a recolección, como en cítricos (naranja, mandarina y limón) y hortalizas (alcachofa, patata, lechuga, tomate y zanahoria).

Por contra, febrero se caracterizó por una gran estabilidad meteorológica, un mes cálido y seco, en términos generalizados.

A lo largo del mes, se declararon no obstante siniestros por viento, heladas y pedrisco en cultivos de cítricos en ámbitos afectados por las heladas del mes anterior; y, en menor medida, en hortalizas, principalmente alcachofa, patata y lechuga, en el sureste peninsular e interior de Andalucía.

Y en la provincia de Huelva se vieron afectadas, de forma muy localizada, producción e instalaciones de frutos rojos por una violenta manga de viento ocurrida en esa zona productora.

El cambio “radical” del campo en marzo

Así llego marzo, con una sucesión de borrascas de alto impacto acompañadas de abundante lluvia que, según Agroseguro, cambió “radicalmente la situación de sequía de los últimos años”.

“La inauguró Jana en la primera semana de marzo, seguida de Konrad, Laurence y Martinho, dejando récords históricos de precipitaciones”, apunta el informe del Consorcio.

Entre el 1 y el 24 de marzo se han acumulado, de media, 148 l/m², 3,5 veces más que el valor normal de ese período, de forma más abundante en el centro y suroeste peninsular.

De hecho, la lluvia persistente ha ocasionado daños en los cultivos, por encharcamiento e inundaciones, por su abundancia y por desbordamientos en los márgenes de los ríos.

Esta situación ha afectado a cultivos de hortalizas (patata, lechuga, guisante, cebolla, acelga, espinaca, brócoli y ajo), cítricos (naranja y mandarina), frutos rojos y plátano. EFE