París, 6 mar (EFE).- El Tour de Francia, en la persona de su director, Christian Prudhomme, y los exciclistas Miguel Indurain, cinco veces ganador de la ronda francesa, y Joanne Somarriba, tres victorias, recibieron este jueves el premio Diálogo, que colocó al ciclismo como puente entre ambos países.

Así lo señaló Benoît Pelistrandi, presidente de la Fundación de amistad entre Francia y España que lleva el nombre del premio que ya han recibido escritores como Javier Cercas y Mario Vargas Llosa, el artista Miquel Barceló o los políticos Anne Hidalgo y Bernard Cazeneuve.

La ceremonia, celebrada en la Embajada de España en París, reunió a buena parte de la comunidad española en Francia, además de al director de la Vuelta a España, Javier Guillén, y el presidente del grupo Amaury, Jean-Etienne Amaury, propietario tanto de la carrera española como del Tour de Francia.
Indurain recordó las veces que en la legación española acudía tras ganar el Tour de Francia, algo que hizo en cinco ocasiones, entre 1991 y 1995, pero señaló a EFE que también fue en 1996, porque el equipo le obligó a hacerlo pese a no haber ganado aquel Tour.
“Salía al balcón a saludar a la gente. Era un momento grato, después de toda la tensión de la carrera”, indicó el ciclista navarro.
“Este premio me emociona porque muestra que el ciclismo puede acercar a las gentes. Durante mis años en el Tour podía conocer a mucha gente que había emigrado a Francia”, aseguró Indurain, que reconoció que con los años ha creado un buen vínculo con Francia.
El premio Diálogo también quiso destacar a Somarriba, vencedora de los Tour de 2000, 2001 y 2003, que se mostró muy emocionada por el galardón y destacó que “el Tour no es sólo una carrera de ciclismo, es una historia de superación”.
La excorredora se congratuló de que los organizadores del Tour hayan lanzado una edición femenina y aseguró que sigue viviéndola con intensidad, apoyando a las corredoras del equipo Laboral Kutxa.
Pero dijo que también mantiene el vínculo con las carreteras francesas, que ahora recorre como aficionada, pudiendo disfrutar de los pequeños detalles que la competición no le permitía como “tomarse un refresco” tras coronar un puerto.
“Antes no me daba tiempo ni a ver el asfalto”, recuerda Somarriba, una pionera en el ciclismo femenino que recuerda que no mucha gente le animaba a practicar ese deporte: “Me decían que se me iban a poner unas piernas horrorosas”.
“Siempre he amado el Tour, desde muy pequeñita, cuando venía a ver las etapas en los Pirineos. Mi sueño era ser corredora y participar en el Tour”, aseguró.
Prudhomme también destacó los vínculos que siempre han unido a Francia y España a través del Tour, carrera que comenzó a dirigir en 2007 y que, tras haber lanzado hace tres años desde Bilbao, dará su banderazo de salida el año próximo desde Barcelona.
El director de la prueba repasó todos los ganadores del Tour, desde Federico Martín Bahamontes, -“¿qué sería el Tour sin el ‘Águila de Toledo?”, se preguntó- hasta ‘El pistolero’ Alberto Contador, el último en haber ganado la batalla.
En el camino se detuvo en Luis Ocaña, “el español de Mont-de-Marsan”, el hombre con el que él se aficionó al ciclismo, pasando por Indurain, al que llamó “el extraterrestre”.
“Pero si algo me impresiona de estos campeones, de Indurain y de Somarriba, es su humildad. Con ellos ensalzamos los lazos entre Francia y España, han llevado muy altos los colores de su país, pero también los de Francia, porque aquí ganaron”, aseguró.
“El éxito no les ha cambiado, siguen siendo dos personas extraordinarias y creo que eso es común a muchos grandes campeones del ciclismo”, indicó.