El traductor de «El Spleen de París» encuentra en Baudelaire la misma audacia de Bécquer

El poeta, profesor y traductor Manuel García (Huéscar, Granada, 1964), que ha traducido para Hiperión, sello especializado en poesía del que también es uno de sus editores, "El Spleen de París", de Charles Baudelaire, durante la entrevista con EFE en su taller de Sevilla, donde ha asegurado haber encontrado siempre en este poeta "la misma audacia" de Gustavo Adolfo Bécquer. EFE/ Julio Muñoz

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 28 ago (EFE).- El poeta, profesor y traductor Manuel García (Huéscar, Granada, 1964), que ha traducido para Hiperión, sello especializado en poesía del que también es uno de sus editores, «El Spleen de París», de Charles Baudelaire, ha asegurado haber encontrado siempre en este poeta «la misma audacia» de Gustavo Adolfo Bécquer.

«Baudelaire y Bécquer tienen también el mismo simbolismo y ese ansia  de idealidad, de pensar que existe algo mejor, ese ansia que se tiene cuando se cree en la poesía y en la literatura; con la edad, con el paso de los años cada vez cuesta más creer en la poesía, salvo el caso de los fanáticos, que vamos a creer siempre», ha dicho García, para añadir sobre su traducción:

«‘El Spleen de París’ no estaba en Hiperión y me propuse completar la traducción que Jesús Munárriz -poeta y director de la editorial- había hecho de ‘Las Flores del Mal’ con esta otra obra de poemas en prosa».

El traductor siempre ha asociado a Bécquer al poeta francés porque «los dos son víctimas de los sistemas políticos de su época, ambos son marginales pero sin embargo publican en los mejores periódicos de su época; los dos son antiburgueses y ninguno de los dos se conforma con la literatura de su tiempo».

Sobre la principal dificultad que ha tenido que salvar para traducir estos poemas en prosa, con los que Baudelaire prosigue la inauguración del nuevo género creado por Aloysius Bertrand con ‘Gaspard de la Nuit’, García ha asegurado que ha sido enfrentarse a la obra de un poeta «muy exigente con el uso del lenguaje; Baudelaire amaba realmente la lengua francesa y empleaba unas metáforas muy exigentes».

«Toda esa belleza la mezcla con un contenido duro, propio de mentalidad anarquista, expresa esa agresividad antiburguesa con unos medios de expresión exquisitos; Baudelaire era un gran trabajador de la literatura y un gran trabajador con el lenguaje».

Novedoso y radical

Por este motivo, el traductor ha asegurado que al enfrentarse a Baudelaire, tarea que le ha llevado dos años, «no se puede uno conformar con la primera frase que le sale; el poeta crea un conjunto muy hermoso y la intención del traductor debe ser crear algo igualmente bello, está obligado a crear también una prosa auditiva que respete los hallazgos del poeta, y eso es lo que yo he intentado, independientemente de que lo haya conseguido o no».

En esta nueva edición bilingüe de «El Spleen de París», que se publicó de forma póstuma en 1869, también destaca el intento «novedoso y radical» que efectuó Baudelaire al hacer literatura por encima de los géneros, en este caso con la novedad del poema en prosa.

Manuel García, que es una especie de ‘hombre-orquesta’ de la edición y la literatura, ya que también es novelista, bibliófilo y autor de catálogos de librerías anticuarias, además de ejercer como encuadernador para amigos o ejemplares raros, ha asegurado que desde su primer contacto con «El Spleen de París» quedó «impresionado» por esta obra y por su autor.

De Baudelaire ha destacado también su faceta bohemia, dandi y revolucionaria, pero a la pregunta de si para ser poeta hay que ser más cosas además de poeta, ha respondido tajante:

«Para ser poeta lo único que hay que hacer es escribir bien, y cuando se escribe bien se puede ir con la cara descubierta por el mundo; para ser poeta no hace falta hacer más cosas que la propia poesía; lo único que hay que hacer es escribir libre y llanamente una buena literatura». EFE

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