Ciudad del Vaticano, 16 jun (EFE).- El Vaticano presentó este lunes un proyecto de transición ecológica en varios espacios de la ciudad pontificia, con el que espera llegar a las emisiones cero de la basílica de San Pedro, gracias a la instalación de nuevos sistemas de calefacción y refrigeración, y otro inteligente para vigilar la calidad del aire dentro del templo.
El proyecto de sostenibilidad «busca convertir la Basílica Vaticana, con la comunidad que la anima y los millones de peregrinos y turistas que la visitan cada año, en un hogar de impacto cero, que acoge a todos y anima a todos a crecer en humanidad», dijo el cardenal italiano Mauro Gambetti, arcipreste del templo, en una rueda de prensa.
El proyecto incluye también acciones para reducir el consumo, los residuos y el impacto ambiental, con los costes y beneficios relacionados, desde la recogida selectiva de residuos hasta las fuentes de agua para eliminar los envases de plástico y sustituir los embalajes no biodegradables.
Gambetti defendió el esfuerzo de la ciudad del Vaticano para continuar con la transición energética y denunció «fuertes resistencias, culturales, políticas y corporativas y polémicas de algunos sectores contra las regulaciones ambientales, los recortes al Pacto Verde o el gasto climático en nombre del crecimiento económico».
«Se podrían requerir formas de protesta, porque cuanto más se normaliza y se acepta pasivamente la crisis ambiental, más peligroso y urgente es abordarla», añadió.
En su opinión, «es hora de demostrar la bondad y la visión de futuro de los planes climáticos oficiales».
Y explicó que «la Gobernación del Vaticano se compromete a lograr la neutralidad climática mediante el uso responsable de los recursos naturales, la implementación de proyectos orientados a la eficiencia energética y la actualización de nuestros activos tecnológicos».
También de «la movilidad sostenible, la diversificación y el suministro de productos energéticos más limpios o alternativos para el transporte, la gestión de residuos y el desarrollo de proyectos futuros y concretos de reforestación”, adelantó.
Tras analizar el consumo actual, la Universidad Politécnica de Milán, que ha colaborado en el proyecto, propuso intervenciones de eficiencia energética y bioclimática en las plantas, sin alterar el patrimonio histórico-artístico, desde la sustitución de sistemas antiguos por bombas de calor hasta la iluminación con lámparas LED y la activación de la ventilación natural para la refrigeración.
Para el Palacio de la Canónica, se prevé la sustitución de terminales hidrónicas por sistemas de circuito cerrado de agua y la instalación de bombas de calor (de aire o agua subterránea) , con una reducción del consumo de entre el 48 % y el 57 % y de las emisiones de entre el 65 % y el 72 %.
Mientras que en el laboratorio del Mosaico se realizará la sustitución de radiadores por sistemas ‘waterloop’, la introducción de ventilación mecánica controlada con recuperación de calor y el uso de iluminación LED de alta fidelidad, con una reducción del consumo de más del 60%.
«Resultados esperados: reducción del consumo energético del 43% y de las emisiones de CO2 del 62%», se explica en un comunicado.
Dentro del proyecto se incluye el monitoreo de la calidad del aire en la Basílica de San Pedro: los resultados recopilados hasta el momento muestran que, a pesar del elevado número de accesos, entre 40.000 y 45.000 al día, el templo mantiene una buena calidad del aire gracias a su gran tamaño y a su eficaz ventilación natural.
Gambetti, presidente de la ‘Fabbrica di San Pietro’, que se ocupa de la restauración, dijo que la operación es compleja, pero se espera concluir en diciembre de 2026.