Madrid, 5 may (EFE).- Blanco, negro o tonos pastel, el vestido lencero es la prenda más deseada de la temporada gracias a su potencial sexi y su versatilidad para resolver estilismos atemporales, elegantes y atractivos, para pijas y chonis, sin apenas esfuerzo.

La lencería ya no tiene una función exclusivamente de interior; los diseñadores han experimentado con ella para actualizar las tendencias de la primavera-verano 2025 y en esa línea han convertido el vestido lencero en objeto de deseo arriesgando con encajes, estampados y colores.
El resultado: un comodín minimalista, femenino y sensual como se ven en las colecciones de Nina Ricci, Gucci, Alberta Ferreti, Simone Rocha, Yolancris, Chloé o Dolce&Gabanna o en las perchas de firmas más económicas como Zara o Mango.
Conocido como ‘slip dress’, el vestido lencero aparece confeccionado en raso satinado con paños de encajes y transparencias, aunque también se ven versiones más íntimas y exhibicionista en Balenciaga.
Prueba de ello es el modelo con el que sorprendió Julia Fox en la fiesta de Vanity Fair, un vestido totalmente transparente que dejaba su anatomía a la vista y que sólo tapó las zona más íntima con su cabello.
Artistas como Úrsula Corberó, Rosalía, Eva Longoria, Jennifer Lopez, Dakota Johnson o Elsa Pataky son solo algunas de las famosas que abrazan esta tendencia.
“El lencero es el vestido más sensual de todas, consigue un papel protagónico esta temporada por su versatilidad”, explica a EFE la diseñadora Beatriz Claro, de la firma Claro Couture.
Aunque aparece en escaparates y redes sociales, esta prenda no es una novedad. Saltó a la calle en la década de los 90 cuando diseñadores como Calvin Klein (Nueva York, Estados Unidos, 1942), Helmut Lang (Viena, 1956) o Narciso Rodríguez (Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos, 1961) recuperaron la silueta ‘slip’.
Diseñadores que se emplearon en limpiar todo tipo de adornos y poner el foco en sus líneas rectas y su simplicidad, así alumbraron vestidos minimalistas que marcaban la silueta femenina y permitía mostrar piel.
Un diseño que corrió como la pólvora y al que se sumaron modelos como Kate Moss, Naomi Campbel o Christy Turlington, así como cantantes como Madonna, Tina Turner o Courtney Love.
También las actrices, entre ellas, Gwyneth Paltrow, Saraha Jessica Parker, Winona Ryder, Drew Barrymore o Jennifer Aniston, que hizo gala de esta moda en la serie de televisión ‘Friends’, donde lució modelos en distintos colores y largos.
No se puede hablar de esta tendencia sin mencionar el icónico vestido de novia que lució Carolyn Bessette en su boda con John Kennedy, un modelo creado por Narciso Rodríguez que ha sido imitado por miles de novias.
Ni en la década de los noventa ni ahora el vestido lencero es novedad. Su origen se remonta a 1934, cuando la revista Vogue, tras el momento de las ‘flapper’ y el charlestón, proclamó la llegada de la silueta ‘slip’, estrecha y recta, una moda que rápidamente acogieron Ginger Rogers, Greta Garbo o Jean Harlow.
Sin embargo, años antes Lanvin y Coco Chanel crearon diseños con la silueta del ‘slip dress’, pero fue Madeleine Vionnet quien consiguió un vestido lencero aplicando el corte al bies.
El vestido lencero ha dejado de pertenecer al universo de la noche y se ha convertido en una prenda todo terreno que se adapta a las necesidades del día a día y para todo tipo de mujeres.
Esta temporada, esta silueta congenia muy bien con cazadoras vaqueras, rebecas de punto o americanas y se desvincula de sandalias y tacones, para aliarse con deportivas ofreciendo una versión más moderna y desenfadado.
Gigante de moda pronta como Zara o Mango se ha sumado a la tendencia del vestido lencero proponen modelos de alma minimalista con una sutil sensualidad.