Madrid, 9 may (EFE).- El sacerdote Ángel Camino, vicario del arzobispado de Madrid, es amigo del papa León XIV desde 2001 y le define como “un hombre de corazón inquieto”, que será capaz de unir a conservadores y progresistas dentro de la Iglesia y no tendrá miedo en tomar decisiones porque “se fía del Espíritu Santo”.
En una entrevista con EFE este viernes, Camino hace estas afirmaciones porque Robert Prevost, “por sí mismo, nunca ha pretendido nada” a lo largo de toda su trayectoria y asume el reto de ser papa sabiendo “que tiene que gobernar para todos”. Por eso, este sacerdote cree que será “vínculo de unión entre unos y otros”.
“Cuando han preguntado a Prevost si acepta ser papa, él lo ha pensado y ha dicho, ‘Sí, con todas las consecuencias'”, ha señalado.
En su opinión, el nuevo pontífice no hará anuncios espectaculares, pero tomará decisiones, y si la Iglesia tiene que adoptar una resolución sobre algo, “no va a tener miedo porque se fía del Espíritu Santo”.
Camino ha definido al nuevo papa como “un hombre de Dios”, “del discernimiento”, “equilibrado” y “tranquilo”, que tiene “en una mano el evangelio y en otra al hombre” y ha estado al lado del papa Francisco, siguiendo de cerca “toda la realidad de los inmigrantes”. Además, ha subrayado que “cuando ha tenido que protestar, lo ha hecho”.
Sabe gobernar, ha recalcado este sacerdote, porque fue prior general de los agustinos y luego prefecto del Dicasterio para los obispos, propuesto por el papa Francisco, en enero de 2023.
Según ha relatado, el anterior pontífice le comunicó a Prevost con anterioridad, dos años antes, su intención de que ocupara este cargo, ya que ha tenido “confianza total y absoluta” con él, y por eso Camino apunta que el papa Francisco le pudo ver como un hombre papable.
Ángel Camino Lamelas es un sacerdote agustino, actualmente vicario episcopal de la Archidiócesis de Madrid, puesto para el que fue reelegido en 2023. Nacido en Santander en 1949, el sacerdote conoció a Robert Prevost en Perú, en 2001, y mantenía una estrecha relación con el ya papa, a quien escribía “casi todos los martes” para informarle de los asuntos tratados en el Consejo Episcopal.
Cree que fue la última persona en hablar con él antes de ser elegido papa, ya que Camino le envió un Whatsapp, y Prevost le respondió a las 23.48 horas del martes: “Querido Ángel, muchas gracias, estamos en las manos de Dios”.
Tras este mensaje, está convencido de que “él sabía algo”, “intuía algo”, y Camino sintió “un vuelco” al enterarse de que el nuevo papa era su amigo mientras celebraba misa.
No han podido volver a hablar, pero ha recibido un mensaje del nuevo papa “indirectamente”, a través del cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, para que le diera “un abrazo entrañable” de su parte y le dijera que se verían en la primera misa de León XIV como papa.
Tras la visible emoción del papa en su primer discurso, ha considerado que “lo de ayer le ha tenido que volcar” porque “no se deja engañar por los sentimientos”, al tiempo que ha afirmado que “el Espíritu Santo le ha ayudado a estar un poco preparado”.
Camino había preparado con el nuevo pontífice un viaje a España que ya “no va a poder ser”, aunque cree que “por él no le faltarán ganas”, ya que se conoce todo el país y a todas las comunidades de agustinos.
“En las posibilidades que tenga, vendrá”, ha afirmado de forma rotunda.