Río de Janeiro, 16 sep (EFE).- El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, afirmó este martes que considera injustificable que Estados Unidos le imponga nuevas sanciones económicas a Brasil por la decisión de la Corte Suprema de condenar a 27 años de prisión al expresidente Jair Bolsonaro por golpismo.
«Considero que no hay ninguna relación entre una decisión del Poder Judicial y la política comercial y arancelaria, que es una política reguladora», afirmó Alckmin en declaraciones a periodistas en Río de Janeiro.
El vicepresidente y ministro de Industria y Comercio agregó que considera «injustificables» las sanciones comerciales que le impuso a Brasil el presidente estadounidense, Donald Trump, como represalia por el proceso de la Corte Suprema contra Bolsonaro.
El líder republicano impuso en agosto un arancel adicional del 50 % sobre las importaciones de productos brasileños por considerar una «caza de brujas» el proceso por golpismo contra el líder ultraderechista de Brasil, su aliado político.
Tras la decisión del jueves pasado de la Corte Suprema de condenar a Bolsonaro a 27 años de prisión por golpismo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció que el Gobierno de Trump «le dará una respuesta a eso» y que realizará «anuncios la próxima semana sobre las medidas adicionales que pretende adoptar» contra Brasil.
Alckmin afirmó que la respuesta del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a las medidas proteccionistas de Estados Unidos es continuar dialogando y negociando.
El vicepresidente, que es uno de los voceros de Brasil en estas negociaciones, calificó como una «noticia importante» la decisión anunciada la semana pasada por Estados Unidos de incluir la celulosa brasileña en la lista de productos exentos de la sanción comercial.
«La celulosa quedó ahora con 0 % de arancel y eso representa 1.700 millones de dólares (al año), el 4 % de nuestras exportaciones a Estados Unidos», dijo.
Según Alckmin, de las exportaciones brasileñas a Estados Unidos, que sumaron 40.000 millones de dólares el año pasado, un 42 % es de productos exentos de la sanción arancelaria y otro 22 % de productos que tienen un régimen especial para todo el mundo, como acero y aluminio.
«Tan solo un 34 % tiene que pagar los aranceles adicionales del 10 % a los que se les sumaron otro 40 % en agosto», afirmó.
El viceministro dijo que, de cualquier forma, se trata de una medida «injustificable» ya que el 74 % de las importaciones brasileñas procedentes de Estados Unidos está exenta de aranceles y a que la tasa promedio brasileña de importación de productos estadounidenses es del 2,7 %.
«De entre los países del G20, Estados Unidos solo tiene superávit en su balanza comercial con Reino Unido, Australia y Brasil. Entonces, Brasil no es un problema para Estados Unidos. Brasil es una solución», dijo.
Alckmin hizo sus declaraciones tras participar en Río de Janeiro de la ceremonia de firma del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y los países de la EFTA (Suiza, Noruega, Liechtenstein e Islandia), que calificó como una demostración de confianza en el multilateralismo ante las políticas proteccionistas de EE.UU.
«En un mundo de incertidumbres estamos dando una prueba de que es posible fortalecer el multilateralismo, de que es posible fortalecer el libre comercio, y de que el comercio sirve para aproximar los pueblos y promover la paz», afirmó.