Madrid, 7 sep (EFE).- Los incendios forestales declarados este fin de semana en zonas del norte de la península muestran evoluciones diferentes. El de Carballeda de Valdeorras (Ourense), con 500 hectáreas quemadas, sigue activo y el viento dificulta su extinción, mientras el de Urraúl Alto (Navarra) está estabilizado y el de Castromil (Zamora) prácticamente petrimetrado.

El incendio que más preocupa es el del municipio ourensano de Carballeda de Valdeorras, en la parroquia de Casaio, que continúa activo y las fuertes rachas de viento dificultan las tareas de extinción.
El que es este domingo el único fuego activo en Galicia afecta ya a una superficie estimada de 500 hectáreas, según los últimos datos de la Consellería de Medio Rural, después de un agosto catastrófico, en el que ardieron más de 100.000 hectáreas.
Declarado hacia las tres de la tarde de este sábado, para extinguirlo se han movilizado tres técnicos, 18 agentes, 22 brigadas, 21 motobombas, cuatro palas, tres unidades de apoyo técnico, seis helicópteros y cuatro aviones.
También este sábado comenzó el incendio que afecta a una zona forestal de Urraúl Alto, al noroeste de Navarra, que ha quedado estabilizado hacia las 11:00 horas de este domingo, aunque continúan las labores de refresco del terreno con medios aéreos y terrestres, ha informado SOS Navarra
El fuego, que comenzó en un campo cosechado sin empacar y se extendió a una zona forestal de pinar y chopera, ha sido combatido por medios aéreos y terrestres, que han llegado a contabilizar nueve aviones y helicópteros, además de efectivos de Bomberos y camiones en el terreno.
En Castilla y León, el incendio forestal de Castromil, entre Zamora y Ourense, en nivel 1 de gravedad potencial, ha evolucionado favorablemente y en la mañana del domingo trabajaban en su extinción 24 medios, dos de ellos aéreos.
También declarado este sábado, las labores de extinción permitieron, al caer la noche, que quedara sin llama, prácticamente perimetrado y pendiente de reproducciones.
Además se pudo levantar el descofinamiento de la localidad de Castromil, medida que se había tomado por el viento y la proximidad de las llamas.
En Salamanca, el fuego de Garcibuey, declarado en la tarde del sábado y que en pocos minutos se había elevado a nivel 1 por su cercanía a la carretera y su afección a una zona arbolada, quedó sin llama la pasada noche y se dio por controlado a las 23:10 horas.
Este domingo en Castilla y León había, además de los citados cinco incendios activos, pero sin riesgos: los de Fasgar e Igüeña, declarados en plena oleada de fuegos (8 y 19 de agosto); El Espino, que se inició el viernes de manera intencionada; Torre de Babia (León), iniciado el sábado intencionadamente, todos ellos en la provincia de León; y el de Fuentidueña (Segovia), de la madrugada de este domingo.
España sufrió el pasado agosto una devastadora ola de incendios, centrada en Galicia, Castilla y León y Extremadura, que se prolongó tres semanas y dejó cuatro víctimas mortales y 48 heridos.
El pasado día 31 se pasó de fase de ‘preemergencia’ a ‘estado de alerta y seguimiento permanente’, con lo que se dio por terminada la peor parte de aquel episodio de fuego.
Los fuegos de agosto arrasaron unas 336.345 hectáreas y Galicia, Castilla y León y Extremadura concentraron el 97 por ciento de la superficie afectada.