Sevilla, 28 jul (EFE).- La tribuna de Preferencia del Benito Villamarín, la única que queda de la reforma del estadio del Betis para el Mundial de España de 1982, ha empezado a ser vallada este lunes antes de su derribo a comienzos del próximo agosto, tal y como señaló el presidente de la entidad, Ángel Haro.
Las vallas ya anuncian la entrada de las máquinas que echarán abajo la vetusta grada del Villamarín, el último vestigio de los dos partidos del Mundial de España que se jugaron en el estadio verdiblanco del final de la Avenida de la Palmera, los del deslumbrante Brasil de Tele Santana ante Escocia y Nueva Zelanda.
El derribo de la grada del viejo Villamarín será el pistoletazo de salida de las obras del estadio que harán que el Betis se traslade durante las dos próximas temporadas a La Cartuja, en la que ya se han adaptado dependencias administrativas y los medios de comunicación del club verdiblanco.
Haro anunció hace una semana que «la demolición de la grada de Preferencia del Benito Villamarín va a ser en agosto con seguridad» y lo hizo antes de que la Gerencia de Urbanismo aprobara el proyecto de finalización del estadio y la superficie aledaña con una nueva grada de Preferencia, un edificio anexo de nueve plantas y la reurbanización del entorno.
