El Wimbledon de Sabalenka

Comienza Wimbledon con Sabalenka, Gauff y Pegula como favoritas. EFE/INFOGRAFÍA

Londres, 29 jun (EFE).- Pocas cosas tienen más sentido en el tenis que que Aryna Sabalenka acabe ganando Wimbledon. La mayor pegadora del circuito parece haber nacido para ganar este torneo, que se le ha escapado los últimos años y en el que no pudo estar en 2024 por una lesión en el hombro. Finalista en Melbourne y París y ya asentada en el número uno del mundo, este tiene que ser el Wimbledon de Sabalenka.

La bielorrusa Aryna Sabalenka oen Londres, Reino Unido en foto de archivo de NEIL HALL. EFE

La bielorrusa es la tenista del año, con los títulos de Brisbane, Miami y Madrid, finales en Australia, Indian Wells y Roland Garros, además de haber puesto tierra de por medio en la pelea por el número uno, donde saca casi 4.000 puntos a Coco Gauff.

Ganadora de tres Grand Slams en pista dura, a Sabalenka siempre se le ha resistido Wimbledon, pese a que tiene todo en su juego para comenzar una hegemonía aquí. Curiosamente aquí solo ha ganado once encuentros desde su debut en 2017 y su tope son las semifinales: en 2021 le frenó ahí Karolina Pliskova y en 2023 Ons Jabeur. El año pasado no pudo jugar por un problema en el hombro y para este se ha preparado a conciencia durante una semana en el All England Club.

Perdió en Berlín en semifinales y ha pasado los últimos días en Londres entre bromas con Novak Djokovic, entrenamientos con el serbio e intentos para mejorar su imagen en la prensa después de las extrañas palabras que pronunció tras perder la final contra Coco Gauff en París cometiendo 70 errores no forzados. «Si Iga Swiatek hubiera llegado a la final, la hubiera ganado». Luego lo matizó, ya que probablemente esas palabras estaban envenenadas por la calentura de su sangre tras la final.

Al favoritismo de Sabalenka se une que no existe una tenista dominante en esta superficie. Nadie ha ganado dos títulos seguidos aquí desde Serena Williams en 2015 y 2016. De hecho, las hermanas Williams son las únicas en lograrlo desde Steffi Graf en 1996.

En los últimos años se han sucedido campeonas sorprendentes y contra pronóstico como Elena Rybakina, Marketa Vondrousova y Barbora Krejcikova. La que podría haber creado una hegemonía aquí, Ashleigh Barty, campeona en 2021, decidió colgar la raqueta a los 25 años, mientras que la mejor en general de los últimos años, Iga Swiatek, nunca ha domado la hierba y no fue hasta este sábado en Bad Homburg (Alemania), cuando disputó la primera final en esta superficie en su carrera, con derrota ante Jessica Pegula.

Su cuadro, eso sí, no es el mejor, pero será favorita en todos los partidos. Se medirá a Branstine en primera ronda, una tenista que viene de la previa y de la que Sabalenka aseguró que solo sabe «que es muy guapa». Después puede tener a Lulu Sun, una de las sorpresas del año pasado, a Kessler, en tercera, buena jugadora en esta superficie, y a la luchadora Elina Svitolina, en octavos.

A partir de cuartos puede revivir la final de Australia contra Madison Keys, en semifinales, medirse a la finalista del año pasado, Jasmine Paolini, y en la final a su verdugo en París, Gauff. No es el peor cuadro, pero tampoco el mejor.

Después de la bielorrusa, la segunda favorita es Gauff, que, sin embargo, solo ha jugado un partido en hierba esta temporada y tiene un debut trampa contra Dayana Yastremska, seguido de posibles cruces con Victoria Azarenka, Sofia Kenin, Daria Kasatkina…

La estadounidense nunca ha alcanzado los cuartos de final en este torneo y no tiene ninguna final en hierba en su carrera.

Fuera de las dos grandes candidatas, Jessica Pegula, tercera cabeza de serie, viene de ganar en Bad Homburg y ha ganado títulos en las tres superficies este año, por lo que se tiene que tener en cuenta a la estadounidense, mientras que esperar de Paolini un recital como el del año pasado es cuanto menos optimista.

Cabe destacar el resurgir de Vondrousova, ganadora hace dos años, después de muchos meses lesionada, y es que ganó un par de partidos en Roland Garros y la semana pasada en Berlín escaló hasta las semifinales.

Además, está Keys, siempre peligrosa en estas superficies, Rybakina, que va ganando estabilidad, y Andreeva, ganadora de dos WTA 1.000 este año y que tiene que demostrar que también puede hacerlo bien en hierba.