Ellas calculan su peso, ellos ganan carreras: los libros de ‘mates’ suman sesgos de género

Libros y material escolar preparado para la venta en una librería en Madrid. EFE/Zipi

Violeta Molina Gallardo

Madrid, 30 may (EFE).- Las mujeres y niñas que aparecen en los libros de textos de matemáticas de primaria suelen ser inseguras y dubitativas con los números, emplean el cálculo para saber cuánto han engordado, cómo coser una prenda o el precio de la compra en el supermercado. Los varones ganan carreras y utilizan las mates para el éxito profesional.

Dos investigadoras españolas han evidenciado cómo los estereotipos y sesgos de género están también muy presentes en los manuales de primaria de esta asignatura, que no sólo muestran una falta de referentes femeninos sino que perpetúan roles que desalientan a las estudiantes y las alejan del terreno científico y técnico.

La profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla Virginia Guichot Reina y la profesora ayudante doctora de la Universidad de Extremadura Ana María de la Torre Sierra llevan años trabajando juntas para analizar la representación de las mujeres en el material didáctico escolar.

Han analizado libros de Ciencias Sociales, de Lengua y Literatura y pensaban, a priori, que los manuales de estas materias transmitirían más mensajes estereotipados sobre las mujeres que los de matemáticas, por ser una disciplina aparentemente neutral y objetiva. Pero descubrieron que estaban equivocadas.

Teniendo en cuenta la baja participación de mujeres en las profesiones científicas y técnicas (un 13 %), Guichot y De la Torre sometieron a análisis los libros de ‘mates’ de 3º y 5º de primaria de las tres editoriales más utilizadas en España (SM, Anaya y Santillana).

Cuantitativamente hay paridad en textos y gráficos, es decir, aparecen tantas mujeres como hombres, incluso alguna más, “el problema es cómo aparecen esas mujeres representadas”, explica De la Torre a EFE.

En primer lugar, el porcentaje de mujeres referentes es ostensiblemente inferior: sólo el 27 % tienen nombre propio y son principalmente atletas, mientras que los hombres que aparecen como modelos (Aristóteles, Ramón y Cajal, Pitágoras, Usain Bolt, Salvador Dalí) no sólo son más, también pertenecen a ámbitos profesionales muy distintos.

Guichot destaca que son los hombres quienes tienen modelos claros con nombres propios de personas que han significado algo importante para la humanidad, y ellas, no: “No aparecen referentes femeninos, como si las mujeres no hubieran realizado nada relevante para aparecer en los libros de texto”.

Además, sólo alrededor del 30 % de las representaciones femeninas muestran a mujeres profesionales y el abanico de profesiones es limitado, mientras que los hombres ocupan una amplia variedad de posiciones y el 70 % de los personajes que aparecen como jefes o directores son varones.

“Luego las chicas te dicen ‘es que yo no me veo siendo ingeniera, ni matemática’. Los referentes son algo básico que hay que tener en cuenta en el diseño de este material”, incide Guichot.

En cuanto a roles sociales, ellas aparecen como cuidadoras y realizando tareas domésticas como preparar la comida o hacer la compra. Ellos sólo cuidan de forma profesional, por ejemplo, como médicos.

En los contextos de ocio, se las representa interesadas en las compras, la lectura y los viajes y a ellos, compitiendo y ganando actividades deportivas.

Las investigadoras analizaron asimismo el empleo práctico que mujeres y hombres hacen de las matemáticas en estos manuales: para ellos son útiles en múltiples situaciones, para el ámbito laboral, para comprar vehículos, para comparar resultados deportivos… mientras que ellas hacen un uso más limitado.

Calculan su peso en problemas matemáticos con connotaciones negativas sobre la imagen corporal porque dicen que han engordado o se van a comparar con otras chicas, cuenta De la Torre, miden telas para confeccionar prendas, pesan los ingredientes de una comida y generalmente el concepto del ahorro “aparece vinculado de manera inseparable a las mujeres”.

Además, ellas manejan cuantías económicas generalmente inferiores a las de los personajes masculinos en los problemas.

Pero la cosa no termina ahí, los personajes femeninos muestran falta de interés y motivación hacia las matemáticas, actitudes de inseguridad, duda y bloqueo a la hora de resolver problemas, e incluso piden ayuda a personajes masculinos, adoptando roles pasivos.

Guichot destaca que niños y niñas están interiorizando estos mensajes desde edades muy temprana y que son un factor más que influye en el alejamiento de las niñas de las disciplinas científicas.

Este trabajo sobre manuales de matemáticas, con el que De la Torre ha ganado el Premio Cecilia Castaño 2024 de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), dio pie a una investigación mayor.

Las investigadoras están ahora centradas en el proyecto nacional ‘Inclusión laboral femenina en las profesiones STEAM: análisis de los discursos sobre las mujeres en el ámbito STEAM en la manualística escolar de la España democrática’, liderado por Guichot y que amplía el ámbito de estudio a los libros de texto de todas las disciplinas científicas y técnicas, tanto de primaria como de secundaria.