Javier Picazo

Madrid, 30 jul (EFE).- Segundas partes sí fueron buenas, si con lo que cuentas es con una banda de criminales en plena redención y un grupo de ‘tipas malas’ que les pone contra las cuerdas. ‘Tipos Malos 2’, la continuación de la exitosa cinta de animación de Dreamworks, vuelve para reflexionar, con humor y acción a raudales, sobre las segundas oportunidades.
“En la primera película quisimos explorar la idea de los enormes cambios que tenemos en la vida; en esta segunda, sobre las dificultades y las dudas que surgen de poner en marcha esos cambios”, detalla en una entrevista con EFE el director de la cinta, Pierre Perifel.
En la nueva entrega (estreno en cines el 1 de agosto), la banda de animales formada por Sr. Lobo, Sr. Serpiente, Sr. Tiburón, Sr. Piraña, y Srta. Tarántula salen de la cárcel decididos a dejar atrás su vida criminal para reinsertarse en la sociedad.
Un cambio radical en sus vidas que se ve truncado por la irrupción de la banda de las ‘tipas malas’, que les obligan a meterse de manera involuntaria en un nuevo atraco absolutamente espectacular que les hará volver a sentir esa adrenalina de la que intentan alejarse.
“Nadie les quiere dar un trabajo que les permita ser buenos, tener una vida normal, y entonces se cuestionan si han tomado la decisión correcta, porque además, ser tipos malos es mucho más divertido. La llegada de las ‘chicas malas’ será un desafío porque les recuerda lo bien que se lo pasaban”, añade Perifel, director de las dos películas de una saga basada en las novelas superventas infantiles del australiano Aaron Blabey.
Un grupo de ‘chicas malas’ que forman Kitty Kat, una inteligentísima leoparda de las nieves; Sombra, una cuerva mordaz; y Jabalina, una brillante ingeniera jabalí hembra.
En la secuela no falta el humor característico de estos antihéroes y escenas de acción vibrantes como un viaje al espacio al que lograron dar el mayor realismo posible tras analizar lanzamientos espaciales reales y filmaciones de la NASA y SpaceX para hacer del desarrollo lo más inmersivo posible.
“Nos inspiramos en muchas películas: el Fugitivo, James Bond, ‘Misión Imposible’, ‘Gravity’…, este tipo de películas enormes, de gran aventura y acrobacias superchulas; queríamos que el ritmo fuera constante hasta el final y que el público de todas las edades disfrutara de un auténtico espectáculo en pantalla”, añade el director francés.
Un doblaje a la altura
El reparto de actores para dar vida en la versión española a los personajes contó de nuevo para esta segunda entrega con, entre otros, Santi Millán (Sr. Tiburón) y la creadora de contenido ‘online’ y más de 4 millones de seguidores en redes Gemma Gallardo, Gemita, en el papel de la Sra. Tarántula.
Ambos repiten doblaje en esta secuela. “Formar parte de proyectos como estos siempre es un lujo para nosotros. El hecho de que te llamen para volver a hacerlo hace que pienses, ‘Pues no lo hice tan mal’ o ‘Quizás tampoco han encontrado otra alternativa’. Es un lujo y un orgullo”, bromea en una entrevista con EFE el actor y presentador Santi Millán.
“La película habla de muchas cosas, tiene muchos valores, los prejuicios, las segundas oportunidades y el crecimiento personal. Todos podemos equivocarnos, tomar malas decisiones, pero nunca es tarde para cambiar y tomar otro camino”, destaca por su parte a EFE Gemita, cuyo personaje es una ‘hacker’ informática en la película.
Un rodaje especial ya que, por una cuestión técnica, no se hace en equipo sino que doblan por separado todos los actores y luego se junta en montaje: “Te pasas la mitad del doblaje pegando gritos porque tiene mucha acción. Es algo muy surrealista. Creo que la gente no es consciente de la complejidad que tiene esta profesión. Es interpretar solo a través de tu voz. No puedes gesticular, no se te va a ver, solo se te escucha y tienes que transmitir lo que está pasando al personaje con tu voz”, añade.
Una película que engancha y que reflexiona sobre ese lado canalla y divertido que tiene ir contra lo establecido.
“Todo lo que se sale de la norma es atractivo. Todo lo que es no seguir el rebaño es atractivo porque la mayoría de nosotros no nos atrevemos a seguir nuestros instintos, nuestros impulsos y siempre nos censuramos. Cuando ves a alguien que actúa por instinto, que actúa sin importarle el qué dirán, es aspiracional, siempre es atractivo”, concluye Millán.