Ciudad de Guatemala, 31 ago (EFE).- El embajador de la Unión Europea en Guatemala, Thomas Peyker, concluyó este mes su período en el cargo con la satisfacción de haber «logrado apoyar en salvar la democracia» del país centroamericano durante las elecciones de 2023 y la investidura de Bernardo Arévalo de León en enero de 2024.

El diplomático austriaco de 63 años indicó en una entrevista con EFE que en sus cinco años en Guatemala encontró «muchos retos», pero «también mucha alegría, porque hemos logrado apoyar en salvar la democracia» contra «una institución (Ministerio Público) que quería construir una narrativa de fraude electoral» inexistente.

Peyker recordó que en la toma de posesión de Arévalo de León, el 14 de enero de 2024, la ceremonia de investidura debía realizarse a las dos de la tarde y finalmente arrancó después de la media noche ante las amenazas del Ministerio Público (Fiscalía).
En opinión del embajador, ese día todos los miembros presentes de la comunidad internacional «nos hemos encontrado en el hotel, en una de las habitaciones, para realizar una declaración conjunta bastante fuerte» que, desde su perspectiva, fue trascendental para «debilitar la resistencia» contra Arévalo de León.
«Y al final logramos unirnos y hablar con una sola voz: no solo la Unión Europea, no solo Estados Unidos, no solo los países Latinoamericanos, sino todos juntos», expone Peyker.
El abogado de nacionalidad austriaca, que inició en 2020 su paso por Guatemala como embajador, no considera al país centroamericano como una nación complicada.
Para el diplomático, están bastante «claros» los intereses de ciertos sectores y quienes «están detrás» de los mismos. «No se necesita tanta inteligencia y análisis para saber qué está pasando», dice, para identificar a quienes buscan el «autoritarismo» y «que no les interesa que la mitad de la población está marginalizada y vive en la pobreza», además de la inmensa desigualdad de la sociedad.
«En Guatemala hay una alianza denominada ‘Pacto de Corruptos’ y ellos están detrás de prohibir que el país se desarrolle, que tome un camino democrático y que se respeten los derechos humanos y el Estado de Derecho», recalca.
Precisamente la Unión Europea ha sancionado en los últimos años a diversos actores que considera como corruptos como la fiscal general y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras Argueta. «Las sanciones han cumplido con su objetivo», apunta Peyker.
El diplomático admite que deja el cargo con «preocupación» por la situación de Guatemala en 2026, un año «muy particular» donde se desarrollarán varios procesos de importancia como la designación de un nuevo fiscal general, magistrados del Tribunal Supremo Electoral y miembros de la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país.
«Ahí se decide el camino de Guatemala en el futuro. Si no hay transparencia y candidatos idóneos, el ‘Pacto de Corruptos’ puede tener hasta más control sobre estas instituciones y la Justicia e incluso ganar el Organismo Ejecutivo, lo que sería un camino al autoritarismo como en otros países», concluyó el diplomático.
José Carlos Móvil