Ciudad de Panamá, 5 may (EFE).- La embajadora de Nicaragua en Panamá, Jessica Yaoska Padilla, presentó este lunes sus cartas credenciales ante el presidente panameño, José Raúl Mulino, después del frustrado intento del expresidente Ricardo Martinelli (2009–2014), refugiado en la sede diplomática, de viajar a Nicaragua asilado.

Padilla entregó hoy esos documentos oficiales ante Mulino, pero llegó en febrero a Panamá para tomar el relevo de su predecesora Consuelo Sandoval Mesa, que estuvo en ese cargo desde el 2023 hasta su renuncia en diciembre pasado.

Durante esos meses, las relaciones entre Panamá y Nicaragua han sido tensas: el intento de Martinelli por viajar a Nicaragua a finales del pasado marzo gracias al salvoconducto otorgado por la administración de Mulino fue interpretado por el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo como una presunta trampa.
Eso complicó aún más las relaciones entre ambos países, con un Mulino que ya se había mostrado reacio al Gobierno de sus homólogos nicaragüenses al señalar que ese país no tiene “ni Dios ni ley”, además de enviar varias quejas oficiales a la embajada en Panamá por declaraciones de Martinelli.
El pasado 27 de marzo el Gobierno panameño otorgó de forma inesperada a Martinelli un salvoconducto hasta el lunes 31 de marzo para que pudiera viajar a Nicaragua, pero cuando contra todo pronóstico el viaje no se produjo, se prorrogó el salvoconducto por otros tres días, sin que se produjera tampoco la salida durante ese tiempo.
La cancelación de ese viaje se debió a que el Gobierno nicaragüense pidió a Panamá aclarar una posible alerta roja de Interpol contra Martinelli, que las autoridades panameñas aludieron que no existía por improcedente, y denunció que esa situación era una “trampa” contra el expresidente, quien respaldó esa teoría.
En medio de todo ello, Managua reprochó también a Panamá no respaldar a su candidato en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), lo que fue catalogado por analistas como un posible chantaje.
Así, tras una semana de confusiones, incertidumbres y complicadas comunicaciones, Martinelli siguió refugiado en la embajada de Nicaragua en Panamá, donde lleva recluido desde hace más de un año, recurriendo con frecuencia a las redes sociales para hacer opiniones políticas y sociales del país.
Padilla es una exdirigente de la Juventud Sandinista, además fungió como ministra de la Mujer en Nicaragua y embajadora en República Dominicana. La nueva embajadora entregó hoy los documentos junto con los diplomáticos de otros ocho países: Rusia, Costa Rica, EE.UU, Uruguay, Corea del Sur, República Dominicana, Turquía y Portugal.