La Paz, 7 jun (EFE).- El empoderamiento para el ejercicio de sus derechos y la situación económica por la que atraviesan algunas mujeres, entre otros factores, derivan en la disminución de la fecundidad en Bolivia, que en los últimos 25 años bajó de 4,2 a 2,1 hijos por mujer.

El representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Pablo Salazar, explicó a EFE que para que el empoderamiento sea un ejercicio de derechos, «tiene que haber la posibilidad» de que las mujeres «digan no» a tener hijos ante diferentes circunstancias y eso ocurrió.

“La causa central (de la disminución de la fecundidad), a nuestro juicio, es el empoderamiento de las mujeres y la disponibilidad de métodos anticonceptivos, porque hay que pensar en las políticas que permiten a las jóvenes el acceso a anticonceptivos”, dijo a EFE Salazar.
Otro factor que para el Unfpa incide en el descenso de la fecundidad «es el cambio» que hay en la visión de las mujeres sobre su «rol dentro de la sociedad».
«La participación de las mujeres en 2011 en el ámbito laboral era del 57%, en 2023, según datos de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), el 71% de las mujeres están en el campo laboral, es decir subió muchísimo», explicó Salazar.
Por otro lado, especialistas en población sostienen que una de las razones por las que las mujeres no desean tener hijos o más de los que ya tienen radica en su situación económica, debido a que no tienen los recursos necesarios para su manutención y educación.
Una realidad que observa Salazar es que la tasa de fecundidad adolescente en las zonas rurales con índices más bajos de ingresos «es 20 veces más grande que el que observamos para las mujeres del área urbana».
«Hay desigualdades persistentes y tenemos que enfrentarlas, quizás el desafío más grande de Bolivia ya no solo es pensar en políticas generales sino en políticas específicas que se enfoquen en ciertos lugares donde tenemos más brechas», precisó.
El representante del Unfpa considera que la disminución de la fecundidad en Bolivia «no es para nada un problema», pero «implica desafíos».
Salazar cree que si bien por un lado Bolivia tendrá «ciertos ahorros» como en la atención en salud y en educación, la población «tendrá todavía un impulso demográfico importante, (habrá) esa inercia de crecimiento poblacional aunque cada mujer tuviera menos hijos por varios años adicionales».
La tasa global de fecundidad en Bolivia cayó de 4,2 a 2,1 hijos por mujer en 25 años, según datos de la Encuesta de Demografía y Salud (EDSA) 2023 presentados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La EDSA 2023 mostró que en el área urbana boliviana, la tasa global de fecundidad es de 1,9, es decir que está «por debajo de la tasa de reemplazo», mientras que en el área rural el indicador llega a 2,9 hijos por mujer.
Según la encuesta de EDSA 2023, el número ideal de hijos expresado por las mujeres es de 1,9, «por debajo de la tasa de reemplazo», una situación que para el director del INE, Humberto Arandia es «compleja» y por la que cuestionó si será necesario que en los próximos 10 a 20 años Bolivia deba «emprender políticas para aumentar la cantidad de hijos nacidos vivos».
Por su parte, el representante del Unfpa dijo que a futuro «no se espera tampoco que haya cambios muy sustantivos» y pidió que el país siga «los esfuerzos para erradicar los embarazos de menores de 15 años, logrando que las mujeres puedan establecer sendas de crecimiento individual para sus familias».
Daniela Romero