Empresarios iraníes miran con esperanza las negociaciones con EE.UU. para abrirse al mundo

Entrada de una de las salas de la Exposición de Capacidades de Exportación de Irán en Teherán. Los empresarios iraníes tienen los ojos puestos en las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos con la esperanza de que resulten en el levantamiento de las sanciones para poder impulsar el comercio y sacar al país persa del aislamiento económico internacional. EFE/ Aydin Shayegan

Teheran, 1 may (EFE).- Los empresarios iraníes tienen los ojos puestos en las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos con la esperanza de que resulten en el levantamiento de las sanciones para poder impulsar el comercio y sacar al país persa del aislamiento económico internacional.

Irán firmó un acuerdo nuclear con seis potencias en 2015, que supuso el levantamiento de las sanciones y la apertura del país al resto del planeta, pero el presidente estadounidense, Donald Trump, abandonó el pacto en 2018 y reimpuso sanciones contra el país persa.

Esas nuevas sanciones volvieron a sacar a Irán del sistema económico internacional y hundieron su economía, una situación que se trata de revertir con las nuevas negociaciones nucleares que comenzaron el 12 de abril entre Teherán y Washington.

“Las sanciones afectan mucho el comercio porque hay problemas de pago y de envió de mercancías, porque las compañías extranjeras, especialmente las europeas, no quieren tratar con Irán por miedo a ser castigados por Estados Unidos”, dice a EFE el consultor Amir Musavi en la Exposición de Capacidades de Exportación que se celebra estos días en Teherán.

Esta feria acoge a más de 800 empresas locales y unos 2.400 comerciantes, inversionistas y empresarios extranjeros de 94 países, y se lleva a cabo hasta el 2 de mayo.

Musavi, con ocho años de experiencia en el sector comercial, considera que eliminar las sanciones y conectarse al sistema bancario mundial facilitaría el comercio y aceleraría el proceso de los negocios y las transacciones, que ahora mismo “son motivo de desconfianza”.

Pese a esa desconfianza de la que habla Musavi, hay empresarios que intentan mantener el contacto con el mundo empresarial iraní por “el gran potencial que tiene el país”.

Es el caso de Juan Manuel González, experimentado consultor de negocios y jefe de una empresa de desarrollos empresariales en Barcelona, que lleva 12 años tratando de conectar a empresas iraníes y españolas.

“Todo el mundo espera un acuerdo que sea beneficioso para todos. Tiene que llegar ese acuerdo, porque realmente, a parte de Irán lo necesita el mundo empresarial interesado en el mercado iraní”, asegura el hombre de negocios.

Antes y después del acuerdo nuclear

Entrada de una de las salas de la Exposición de Capacidades de Exportación de Irán en Teherán. Los empresarios iraníes tienen los ojos puestos en las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos con la esperanza de que resulten en el levantamiento de las sanciones para poder impulsar el comercio y sacar al país persa del aislamiento económico internacional. EFE/ Aydin Shayegan

González relata que tras la firma del acuerdo nuclear entre Irán y las potencias mundiales en 2015, que terminó con las sanciones internacionales impuestas a Teherán, hubo un gran desembarco de empresas extranjeras, incluso europeas, en el mercado iraní.

Entre ellas destacan el gigante del petróleo francés Total y las firmas alemanas de telecomunicaciones y de ferrocarriles Deutsche Telekom y Deutsche Bahn.

“De hecho, yo estaba trabajando para conectar a varias empresas españolas con los iraníes. Hubo mucha necesidad e interés de relación empresarial y comercial con Irán”, indica.

Pero a partir de 2018 las cosas cambiaron con la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear y la reimposición de las sanciones, lo que llevó a las empresas extranjeras a abandonar el país, el rial comenzó a caer en picado y la inflación se sitúa en torno al 40 % desde entonces.

González considera que esas salidas se debieron al temor a ser castigados por Washington y a la “inestabilidad y volatilidad” de la economía iraní en esos momentos.

Palabras que constata Mohammad Azimzadeh, también consultor de negocios y de la financiación iraní.

“El gran problema era que ya no había estabilidad, y se cortó la relación bancaria con el mundo. No se podían garantizar los envíos y los pagos se hacían en efectivo o a través de terceros países”, indica.

El presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha afirmado que el país necesita unos 100.000 millones de inversión extranjera para solucionar sus problemas, modernizar sus deterioradas infraestructuras y lograr un crecimiento del 8 %.

Además, Pezeshkian ha afirmado que el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ve con buenos ojos el desembarco de inversiones estadounidenses, mientras que otros altos cargos han apuntado que el país persa supone una “millonaria” oportunidad económica para otros países.

Entre los sectores que necesitan grandes inversiones se encuentra el enérgico, en el que se requieren unos 20.000 millones de dólares para explorar las reservar iraníes de gas y petróleo, las segundas del planeta.

Aydin Shayegan