San Sebastián, 18 feb (EFE).- Las dos educadoras de una “escuela libre” privada para niños de 0 a 6 años de San Sebastián, detenidas por la presunta comisión de una agresión sexual a una niña, han quedado en libertad pero con una orden de alejamiento respecto a la menor tras prestar declaración ante la juez que instruye el caso.

Ambas mujeres, que han negado rotundamente las acusaciones, han declarado en el juzgado este martes desde las 11:00 horas, en una sesión en la que también ha testificado la víctima y su hermano (como testigo) igualmente menor de edad, quienes han declarado asistidos por los profesionales del equipo psicosocial de los juzgados, en un trámite que se denomina prueba preconstituida, han indicado a EFE fuentes del caso.

Las declaraciones y otros trámites judiciales se han prolongado durante toda la jornada, hasta cerca de las 19:00 horas con un pequeño receso a media tarde.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce la familia de la víctima han solicitado la adopción de una orden de alejamiento de las dos educadoras respecto a la niña, solicitud a la que ha accedido la jueza antes de dejar en libeertad a ambas mujeres.
Los arrestos se produjeron el lunes por la mañana en San Sebastián y Hondarribia, donde residen las mujeres presuntamente implicadas en la agresión, según ha informado este martes ‘Noticias de Gipuzkoa’.
El centro, que “tiene como motor el aprendizaje a través del juego desde el placer y la curiosidad intelectual”, se ubica en el barrio donostiarra de Aiete, en Villa Landetxe, un inmueble de propiedad municipal cedido por el Ayuntamiento al club de arte Catalina de Erauso, ha confirmado el alcalde donostiarra, Eneko Goia, en la rueda de prensa habitual de los martes.
Emeki-Emeki, cuyos responsables, contactados por EFE, han rehusado hacer declaraciones, está patrocinado por esta asociación artística, según consta en la web del club, y no tiene ninguna relación con el Departamento vasco de Educación al tratarse de una escuela privada, sin financiación pública, y que además cubre una etapa de enseñanza no obligatoria que va desde los cero a los seis años.
Una decena de familias del centro han defendido este martes la “profesionalidad y ética” de las docentes y del proyecto educativo del centro y han rechazado categóricamente en un comunicado “cualquier insinuación que ponga en duda la integridad de las personas que han dedicado su vida a este proyecto”.