Madrid, 9 mar (EFE).- Ninguna de los dos grandes duelos de los octavos de final de la Liga de Campeones quedaron definidos y tanto el derbi madrileño como el choque entre el París Saint Germain y el Liverpool terminaron su primer tramo en el aire y a expensas del choque de vuelta en el Metropolitano, recinto del Atlético Madrid, y Anfield, templo del cuadro inglés.
A pesar de que la situación es diametralmente opuesta en uno y otro duelo, con el conjunto de Diego Pablo Simeone como local y con solo un gol que enmendar mientras el campeón francés que dirige Luis Enrique jugará a domicilio para paliar su desventaja en el Parque de los Príncipes, la igualdad mostrada en uno y otro cara a cara aventura choques abiertos y desenlaces inciertos en ambos casos.
Si el pulso equilibrado prevaleció en el estadio Santiago Bernabeu, resuelto por el talento individual, en París fue netamente superior el representante galo pero el acierto cayó del lado inglés que da la sensación de haber perdido parte de la fortaleza de la que hizo gala a principio de curso y que le llevó a terminar en el primer lugar de la fase liga de la Liga de Campeones.
Son los duelos más en el aire de los octavos junto al choque entre el Borussia Dortmund y el Lille que ha quedado en manos del estadio Pierre-Mauroy de Villenueve d’Ascq después de que el encuentro de ida en Alemania acabara con empate a un gol. En condiciones habituales la eliminatoria sería favorable al plantel francés, revelación de la presente edición del torneo, pero la condición de subcampeón de la Liga de Campeones y la tradición y potencial alimenta las esperanzas del combinado de la Bundesliga.
Mientras, el Barcelona, el Bayern Múnich, el Arsenal, el Aston Villa y el Inter apuntan a los cuartos de final: por resultado en el primer duelo, por sensaciones y por superioridad.
EN MANOS DEL METROPOLITANO
La igualdad entre vecinos es una constante en los últimos años en los duelos entre el Real Madrid y el Atlético Madrid. El conjunto de Carlo Ancelotti, campeón actual, acude con ventaja al recinto rival. Pero el momento de juego de uno y otro y la condición de local elevan las expectativas rojiblancas que solo necesita ganar para equilibrar otra vez el enfrentamiento y con dos goles sellará la clasificación.
Ya sabe lo que es remontar un gol con Diego Pablo Simeone en el banquillo el Atético Madrid que tiempo atrás ya lo hizo ante el Bayer Leverkusen, el Inter Milan e, incluso, el Barcelona. Solo falló y quedó eliminado contra el Manchester City hace dos temporadas.
Aunque el Real Madrid ha ganado siempre en Copa de Europa a su vecino, en tres eliminatorias y en dos finales, tiene una nutrida experiencia en despedidas después de ganar la ida, en su feudo, por un solo gol de renta. Fue incapaz de hacer valer su tanto de ventaja en tres ocasiones contra el Juventus -1996, 2003 y 2005- y también fue superado por el Bayern Múnich en el 2007. Entonces los goles a domicilio valían doble. El Real Madrid ganó en el Bernabeu por 3-2 y perdió después por 2-1.
Solo se hizo fuerte en el 2014, contra el poderoso club muniqués. Fue el año de los ‘atletas’. Cuando ganó la ida por 1-0 y goleó en Múnich al conjunto, entonces dirigido por Pep Guardiola por 0-4.
Sin embargo, el último precedente continental antes de este cara a cara en la Liga de Campeones lo hizo suyo el Atlético Madrid. En la Supercopa del 2018, en Tallín. El conjunto de Simeone ganó por 4-2.
El equilibrio marca la tendencia de ambos en los últimos años. De hecho, en Laliga, este curso, los dos partidos entre ambos han terminado con empate. También los del año pasado. Y solo sonrió el Real Madrid en la Supercopa de España, pero en la prórroga. Nada está claro cuando se trata de estos dos equipos que en el presente curso aspiran a todo. El Atlético, que encajó la segunda en sus veintisiete partidos recientes en todas las competiciones, está por delante en el torneo español. Y tanto blancos como rojiblancos están a noventa minutos de erigirse en finalistas de la Copa del Rey. Los detalles marcarán el desenlace.
El ganador del derbi se enfrentará en cuartos al Arsenal que afronta con tranquilidad el choque de vuelta, en Londres, después de registrar su mayor victoria como visitante en la historia de la competición. No había marcado el conjunto de Mikel Arteta en tres de sus cuatro últimos partidos. Se desató en el Philips Stadium donde selló el final de la aventura europea del cuadro neerlandés.
Ningún equipo remontó más de dos goles como visitante. Londres vivirá un trámite.
El gran partido del París Saint Germain a pesar de la derrota a última hora en el Parque de los Príncipes alienta, sin embargo, a su técnico, Luis Enrique, totalmente convencido de que el campeón francés puede ganar en Anfield y avanzar en la eliminatoria hacia los cuartos de final. Ganó el Liverpool en la única oportunidad que tuvo a lo largo del encuentro. El PSG tuvo el 65 por ciento de la posesión y el líder de la Premier solo tiró dos veces a puerta. Una fue gol y le dio el triunfo.
El meta brasileño Alisson Becker fue el artífice del triunfo del Liverpool que debe redondear la faena el martes en Inglaterra. “Iremos allí y demotraremos que somos un equipo que merece pasar. No tenemos nada que perder y eso nos hace más peligrosos”, apunta Luis Enrique.
El París Saint Germain había ganado sus últimos diez partidos en todas las competiciones y estaba invicto en 22 (18 victorias y 4 empates), antes de la derrota ante el Liverpool.
El vencedor de este cara a cara que se resolverá en Anfield se enfrentará en cuartos al Aston Villa o el Club Brujas. Apunta, de momento, a un duelo inglés si el Liverpool resuelta y el conjunto de Unai Emery, que ganó en Bélgica por 1-3, redondea el choque el miércoles.
“El Brujas demostró su calidad. Ganaron en Atalanta, lo sabemos. Estamos advertidos. Intentaremos hacerlo mejor”, apunta con prudencia Unai Emery que espera sacar adelante el choque que tendrá el desenlace en Birmingham. El Aston Villa solo ha perdido dos de sus veintitrés partidos en casa esta temporada.
EL BARCELONA, REFORZADO; EL BAYERN, FAVORITO, EL DORTMUND, EXIGIDO
El trayecto imparable del Barcelona le llevó a un meritorio triunfo en Lisboa ante el Benfica a pesar de jugar con un jugador menos durante más de una hora. Entre el meta Wojciech Szczesny, la dirección de Pedri y el acierto de Raphinha sacaron adelante la visita a Portugal para poner un pie en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
El cuadro azulgrana lleva diecisiete partidos invicto en todas las competiciones y Robert Lewandowski ha marcado 34 goles en 38 partidos en lo que va de curso.
El representante español, líder de LaLiga aspira a ganar todo esta temporada con Hansi Flick en el banquillo aunque el martes contará con la baja de Pau Cubarsí, expulsado en Da Luz.
“Hay un segundo partido y todavía está abierto. Todo es posible. No será fácil pero sabemos lo buenos que somos”, confía el técnico del Benfica, Bruno Lage, que se mostró contrariado con el marcador de la ida por las numerosas ocasiones que tuvo su equipo.
Pero el Barcelona ha superado 11 de 12 eliminatorias de Champions tras ganar el partido de ida fuera de casa. Sólo falló ante el PSG en la pasada temporada. El Benfica, sin embargo, perdió todas sus eliminatorias de Liga de Campeones, tres, tras caer en casa en el encuentro de ida.
El Barcelona, que el sábado no jugó por el fallecimiento del médico de su plantilla, apunta a una cita de cuartos contra el Borussia Dortmund que debe enmendar su gris resultado en Alemania y necesita ganar en Francia al Lille, el equipo revelación de la temporada en Europa. El conjunto azulgrana vivirá un tramo de reencuentros. Ya jugó con el Benfica en la fase liga y también ganó al Dortmund en ese tramo. Pero el subcampeón europeo de la Champions acude a Lille con un simple empate. no pudo con el cuadro francés en el Signal Iduna Park.
El Borussia Dortmund, en horas bajas, superado el sábado en su campo en la Bundesliga, se aferra al instinto del máximo goleador del evento, Serhou Guirassy, que ha anotado diez goles en la Champions.
El Lille, que en la ronda anterior ganó al Real Madrid y al Atlético Madrid, asume que el duelo está aún abierto.
El Bayern Múnich hizo suyo el derbi alemán y ganó con contundencia en el Allianz Arena al Bayer Leverkusen de Xabi Aonso. De la mano de Harry Kane, el cuadro muniqués se impuso por 3-0 y puso fin a una mala racha ante el Leverkusen al que no había podido ganar en sus últimos seis enfrentamientos.
El conjunto de Vincent Kompany, que no da el duelo cerrado, ha llegado a cuartos de final en veintidós ocasiones. “No podemos confiarnos. Sabemos lo duro que es el Leverkusen y que puede que ser peligroso y la semana que viene complicada”, dijo el técnico del Bayern.
No acompañan las estadísticas al último campeón de la Bundesliga que solo logró ganar uno de sus once partidos anteriores de octavos de final. Perdió nueve. “La mentalidad tiene que ser que aún tenemos una oportunidad y debemos luchar por ella, No nos rendimos tan fácilmente. ¿Tres goles? Nunca se sabe. Un gol puede cambiar todo”, advierte Alonso.
El ganador del duelo alemán jugará en cuartos contra el Feyenoord o el Inter que venció en Róterdam el miércoles. Aunque el representante neerlandés se aferra a sus posibilidades, debe superar por dos goles, para forzar la prórroga, al cuadro italiano que solo ha encajado un gol en sus nueve partidos de Champions hasta el momento.
El equipo de Simone Inzaghi solo ha perdido cinco de los cuarenta partidos que ha jugado este curso. El Feyenoord, que no había perdido en seis encuentros antes de caer con el Inter y que está en octavos por primera vez desde que el torneo es Champions, tiene una misión complicada para hacer historia.
Santiago Aparicio