Entender la historia para entender la actualidad: 15 años del Museo del Ejército en Toledo

El Museo del Ejército cumple 15 años en su actual sede de Toledo con retos como impulsar las relaciones exteriores, mejorar los recorridos internos o reorganizar las salas de los siglos XX y XXI, todavía cerradas tras el incendio de 2022, para consolidarse como un museo que permita "entender la historia" para "entender la actualidad". EFE/ Ángeles Visdómine

Diego Albaladejo Álvarez

Toledo, 14 jul (EFE).- El Museo del Ejército cumple 15 años en su actual sede de Toledo con retos como impulsar las relaciones exteriores, mejorar los recorridos internos o reorganizar las salas de los siglos XX y XXI, todavía cerradas tras el incendio de 2022, para consolidarse como un museo que permita «entender la historia» para «entender la actualidad».

En estos términos se ha expresado el director del Museo, el general de brigada Francisco Germán Martínez Lozano, en una entrevista con la Agencia EFE cuatro meses después de haber tomado posesión de su cargo, desde el que quiere impulsar los proyectos ya en marcha y acometer otros nuevos.

Martínez Lozano ha recordado que entre las funciones del Museo se establece dar a conocer la historia militar de España, pero también potenciar una cultura de defensa, y ha incidido en que «para entender la actualidad tienes que entender la historia».

«¿Es un bien de interés cultural una bandera que haya estado en Afganistán hace menos de diez años?», se ha preguntado Martínez, que más allá del debate ha replicado que «es parte de nuestra historia reciente, y es interesante que nuestros conciudadanos lo conozcan».

Ha añadido que «para entender cómo se llega a Afganistán, tienes que seguir o entender toda la trayectoria, sobre todo del siglo XX, y todo lo que es el ejército a partir del año 76».

Nuevo montaje para los siglos XX y XXI

El director del Museo del Ejército, el general de brigada Francisco Germán Martínez Lozano, durante una entrevista con la Agencia EFE en Toledo. El Museo del Ejército cumple 15 años en su actual sede de Toledo con retos como impulsar las relaciones exteriores, mejorar los recorridos internos o reorganizar las salas de los siglos XX y XXI, todavía cerradas tras el incendio de 2022, para consolidarse como un museo que permita "entender la historia" para "entender la actualidad". EFE/ Ángeles Visdómine

Sobre el siglo pasado y lo que llevamos del presente, cuyas salas están todavía cerradas desde el incendio de hace tres años que obligó a una remodelación del Museo, el nuevo director ha avanzado que quieren «hacer un nuevo montaje, no queremos volver a poner lo que había» sino que la intención es «cambiar el discurso museístico y, sobre todo, el tema de la exposición».

Además pretende abordar otros aspectos como «hacer un espacio más amigable (…) abrir ventanas y darle un poquito más de luz al museo, que es un tanto oscuro».

Éste será «uno de los proyectos principales», según ha reconocido Martínez Lozano, que ha argumentado que el Museo «funciona muy bien» y por tanto lo que tiene en mente son «pequeñas variaciones» que pasan por mejorar los recorridos en un edificio que es «muy grande y al que la gente viene a hacer una visita muy corta».

En este sentido, ha abogado por mejorar la información sobre las piezas expuestas, que en algunos casos es escasa, trabajar aspectos como la señalización o la climatización del edificio «no sólo por el visitante, sino también por la conservación de las piezas», pero sobre todo acercarse más al visitante y «tratar de darle lo que quiere».

«No se trata de montar un parque temático», ha aclarado el general, sino de buscar soluciones como recorridos de mayor o menor duración en función de la visita.

Visitas «de calidad» frente a ‘likes’ en redes sociales

El Museo del Ejército cumple 15 años en su actual sede de Toledo con retos como impulsar las relaciones exteriores, mejorar los recorridos internos o reorganizar las salas de los siglos XX y XXI, todavía cerradas tras el incendio de 2022, para consolidarse como un museo que permita "entender la historia" para "entender la actualidad". EFE/ Ángeles Visdómine

«No me preocupan los likes en redes sociales, pero sí que un visitante se vaya satisfecho de la visita», ha reconocido el director del Museo, que apuesta más por una mejora de la calidad de las visitas que por un incremento de su número.

Y es que desde su inauguración en su actual sede en el Alcázar de Toledo, el 19 de julio de 2010, el Museo del Ejército ha recibido una media de 300.000 visitas, con fluctuaciones debidas a circunstancias como la pandemia de la covid-19 pero también con fuertes incrementos como los más de 440.000 que llegaron en 2024, en un momento en el que la exposición permanente estaba cerrada.

En este sentido, ha hecho hincapié en el papel jugado por sus predecesores: tanto el general de brigada Jesús Arenas, al que ha agradecido las facilidades a la hora de darle el relevo, como los generales Luis Fernando Núñez o Antonio Izquierdo, quien fue el encargado de la apertura del Museo «y lo hizo funcionar bien».

El director quiere centrarse en el papel de conservación de las más de 40.000 piezas que el Museo tiene entre sus fondos, de las que hay expuestas un 10 % y otras 10.000 están en depósito en distintos lugares, desde la Diputación de Toledo al Reino Unido.

Ha destacado el «importante esfuerzo de catalogación» que se hace con los fondos que recibe el centro, pese a que ha admitido que «el equipo es pequeño» y le gustaría contar con mayor dotación de personal para poder abordar las labores de investigación que corresponden a los museos.

En todo caso, sí ha aseverado que los almacenes del Museo del Ejército en Toledo «son la envidia de los museos nacionales».

Relaciones con otros museos y con Toledo

Otro de los objetivos del nuevo director es impulsar unas «relaciones especiales con otros centros museísticos de España y del extranjero, «también de ejércitos de otras naciones, porque siempre se puede aprender y compartir».

Martínez Lozano ha llegado a Toledo tras dejar la jefatura del mando de Tropas de Montaña ‘Roncesvalles’ en Pamplona (Navarra), en lo que él mismo reconoce que ha sido un «cambio radical» porque no había trabajado en el mundo de los museos.

Le ha sorprendido la acogida y respaldo que tiene el Museo del Ejército por parte de todas las instituciones de la ciudad y se plantea como reto llegar a la sociedad toledana y salvar la barrera que muchas veces supone la cercanía.