Ginebra, 9 sep (EFE).- Los equipos de ayuda y la asistencia vital aún no han llegado a las comunidades de más difícil acceso afectadas por el terremoto de hace nueve días en Afganistán, en parte porque la ONU no ha podido utilizar el helicóptero con el que solía trabajar por restricciones financieras, dijo hoy un representante de la organización en este país.
«Si tuviéramos un helicóptero en nuestra sede, como solía ser, ya hubiésemos llegado al doble de lugares», dijo el jefe humanitario de la ONU para Afganistán, Indrika Ratwatte, por vídeoconferencia a periodistas en Ginebra.
Explicó que el helicóptero en cuestión » ya no está disponible debido a los recortes presupuestarios» y que por esta razón los equipos pasan muchas horas en las carreteras para acceder a los lugares que han sufrido el mayor impacto del terremoto, que afectó al menos a medio millón de personas en las montañosas provincias de Kunar, Laghmany Nangarhar.
Ratwatte señaló que en breve la ONU transferirá recursos de emergencia que permitirán utilizar ese helicóptero, que a pesar de la gravedad de la situación ha estado parado.
«En los próximos días llegaremos a muchos más lugares, si el estado del tiempo lo permite. Eso nos ayudará a tener información más detallada sobre quiénes se han visto afectados y dónde se encuentran las comunidades desplazadas», explicó.
La operación humanitaria de la ONU en Afganistán ha perdido este año un 35 % de sus financiación, con respecto al año pasado, especialmente por los recortes decididos por el Gobierno del presidente Donald Trump.
Estados Unidos contribuía con el 45 % del total de su presupuesto y actualmente no aporta nada, y tampoco respondió al llamamiento urgente de fondos que se hizo tras la catástrofe.
Por otra parte, Ratwatte afirmó que las autoridades del régimen talibán han facilitado la entrada de la ayuda internacional y movilizaron mano de obra para los rescates, así como helicópteros que en cierto momento también pudieron ser utilizados libres de pago por equipos de Naciones Unidas, además de ciertos servicios básicos para la población damnificada.
Aseguró no haber visto reportes que indicaran que en los rescates se priorizó a los hombres y niños por encima de las mujeres o niñas, o que hubiesen casos en las que estas fueron dejadas bajo los escombros porque rescatistas hombres supuestamente no podían tocarlas.
Además del terremoto, Afganistán afrontó en los primeros meses del año inundaciones y se enfrenta a una crisis social sin precedentes por el retorno forzado en los últimos meses de cerca de dos millones de afganos que eran migrantes o refugiados en Irán y Pakistán, muchos de ellos nacidos en el exilio o que llevan décadas lejos de su país de origen.