ERC da aire a Sánchez tras un pacto sobre financiación sin concreciones que Junts desdeña

La consellera de Economía, Alicia Romero (i), junto al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, a su llegada a la reunión de la Comisión Bilateral entre el Ejecutivo central y el Govern que ha acordado la financiación singular de Cataluña. EFE/Andreu Dalmau
Barcelona, 14 jul (EFE).- ERC ha apostado este lunes por dar aire al Gobierno de Pedro Sánchez, al no elevar en exceso el tono ante el pacto sobre financiación sin concreciones sellado por el Ejecutivo central y la Generalitat de Cataluña, un acuerdo que Junts ha desdeñado y Comuns considera que va en la buena dirección.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Bilateral entre el Ejecutivo central y el Govern para abordar la financiación singular de Cataluña, un modelo pactado entre el PSC y ERC en la investidura de Pedro Sánchez. EFE/Andreu Dalmau
En el marco de la investidura de Salvador Illa, ERC pactó con el PSC, hace casi un año, una «financiación singular» para Cataluña que esta mañana se ha abordado en una Comisión Bilateral en el Palau de la Generalitat encabezada por el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y el conseller de la Presidencia, Albert Dalmau. Ambos ejecutivos sostienen que se han puesto los «cimientos» de este nuevo modelo de financiación, una «arquitectura», sin embargo, con menos concreciones de las que constan en el pacto de investidura. El principio de ordinalidad, por ejemplo, solo se cita en la parte introductoria -y como aspiración de la Generalitat, no como compromiso asumido por el Gobierno-, al tiempo que no se calendariza cuándo la administración catalana asumirá la totalidad de la gestión del IRPF, algo que estaba previsto para 2026. Tampoco se cifra aún la aportación a la solidaridad con el resto de autonomías ni se dan pasos hacia los cambios legislativos que se deben acometer, que se dejarán en manos de una proposición de ley en el Congreso que ERC prevé presentar próximamente en solitario. El acuerdo contempla que la nueva financiación de Cataluña se sustente en cinco principios. El primero pone el foco en los «porcentajes de participación en la recaudación de los tributos que se acuerden»; el segundo plantea establecer una cuota de solidaridad que se calcule de forma «transparente», sin que conste ninguna mención a la ordinalidad. El tercero es que se establezca una financiación adicional para competencias que no tienen otras comunidades -como Mossos d’Esquadra o prisiones-; el cuarto consiste en ampliar la capacidad normativa y «mecanismos adicionales a los actuales para limitar la competencia fiscal a la baja», en velada alusión a la Comunidad de Madrid. Finalmente, se establece que el nuevo modelo comporte «la desaparición del mecanismo de las entregas a cuenta». El pacto constata que todo lo anterior es compatible con que se implemente un nuevo sistema de financiación autonómica -el actual lleva caducado desde 2014- en «reuniones multilaterales». Los últimos dos puntos del acuerdo tienen que ver con cómo reforzar la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) -para poder asumir algún día las funciones de la administración tributaria estatal- y con la quita parcial de la deuda con el Fondo de Liquidez Autonómica acordada en febrero, que requiere el aval del Congreso y se materializaría en la Comisión Mixta de Asunto Económicos y Fiscales. A ERC la música le suena bien y Junts pide un concierto Tras darse a conocer el acuerdo, el portavoz adjunto de ERC, Isaac Albert, ha asegurado que «la música suena bien», aunque ha reprochado la falta de concreción y la «escenificación» en el Palau de la Generalitat. «Hemos conseguido que el PSC y el PSOE se muevan, que den pasos adelante, pero el país necesita más, mucho más. El país necesita menos escenificación y mucha más concreción», ha subrayado Albert, que ha señalado que para ERC el respeto al principio de ordinalidad es «innegociable» y ha advertido de que no habrá nuevos pactos con Sánchez si no cumple con la financiación. Desde Junts, su vicepresidente Antoni Castellà ha apuntado que lo pactado solo prevé acometer «una reforma» de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca) sobre la mera «gestión administrativa» de los impuestos, lo que para él es «profundamente decepcionante». Junts quiere que Cataluña «salga» del régimen común y tenga un «concierto económico» como Navarra y Euskadi, un concepto que ERC utilizaba tras el pacto de investidura, pero que ahora evita usar. El otro socio de investidura de Illa, Comuns, sí ha dado su visto bueno a un «paso adelante en la buena dirección», en palabras de su portavoz en el Parlament, David Cid. La financiación singular requerirá para ser efectiva del aval del Congreso y, dado que se da por descontado el rechazo de PP y Vox a la medida, necesitará el apoyo de grupos como Junts, Sumar, los cuatro diputados de Podemos o el diputado de Compromís. Rechazo del resto de comunidades del régimen común En el resto de comunidades, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha sido quien ha lanzado las mayores críticas a un modelo que a su juicio representa «una sentencia de muerte contra España». No solo las comunidades que forman parte del régimen común del PP se han posicionado en contra; también lo han hecho Castilla La-Mancha y Asturias, presididas por los socialistas Emiliano García-Page y Adrián Barbón. En el mundo económico, la patronal Foment del Treball ha celebrado que hoy se ha dado «un paso relevante» y los sindicatos CC.OO. y UGT de Cataluña también han dicho ver el acuerdo con buenos ojos.