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Escrivá asegura que se empiezan a percibir algunas señales de cambio en la posición dominante del dólar

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, asiste a la clausura de la 52º Asamblea General y Reunión Anual de la Federación Iberoamericana de Bolsas (FIAB) en Madrid, este jueves. Escrivá ha asegurado este jueves que empiezan a percibirse algunas señales de cambio en la posición dominante del dólar, lo que abre la puerta a un sistema menos sesgado hacia una sola divisa y puede suponer "una oportunidad para un mayor papel del euro". EFE/Vega Alonso

Madrid, 18 sep (EFE).- El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha asegurado este jueves que empiezan a percibirse algunas señales de cambio en la posición dominante del dólar, lo que abre la puerta a un sistema menos sesgado hacia una sola divisa y puede suponer «una oportunidad para un mayor papel del euro».

Escrivá ha hecho esta consideración durante la clausura de la 52º Asamblea General y Reunión Anual de la Federación Iberoamericana de Bolsas (FIAB) que este año acoge Madrid, en la que ha explicado que, actualmente, alrededor del 45 % de las exportaciones mundiales se facturan en dólares frente a un 35 % que se hacen en euros.

Si se excluye a Estados Unidos y a la eurozona, el contraste es mayor, ya que un 60 % de las exportaciones se facturan en dólares y apenas un 25 % en euros.

Y esto ocurre a pesar de que solo un 10 % de las exportaciones globales se dirigen a Estados Unidos, mientras que la eurozona concentra un 35 % de las exportaciones mundiales», ha asegurado.

El gobernador también ha destacado el peso que tiene el dólar en los pagos internacionales, aunque tal y como ha dicho, su primacía no responde únicamente a la fuerza económica del país, sino también a «inercias históricas y a su dominio sobre las infraestructuras financieras que canalizan buena parte de los flujos internacionales».

«La incertidumbre asociada a las decisiones económicas de Estados Unidos, las políticas arancelarias, la regionalización de las cadenas de valor y la diversificación de reservas en muchos bancos centrales apuntan a un futuro diverso. Y, de manera singular, la revolución tecnológica en los sistemas de pago y la irrupción de nuevos proveedores de servicios están estrechamente interconectadas con esta transformación», ha manifestado.

Al respecto, ha advertido de que, aunque las nuevas tecnologías, y en particular las plataformas de registro distribuido, ofrecen oportunidades de eficiencia e innovación, también plantean «dilemas profundos sobre el futuro del dinero», ya que las denominadas stablecoins están «especialmente bien posicionadas» para ocupar ese espacio como activos de liquidación «nativos» de estas plataformas.

Lo relevante, ha asegurado, es que el alcance de las stablecoins va más allá del ámbito de la negociación financiera, y ha alertado de que si llegaran a generalizarse como medio de pago en transacciones comerciales, en el envío de remesas o en liquidaciones transfronterizas, «sus efectos se proyectarían sobre la economía real».

Tal y como ha explicado, actualmente, prácticamente la totalidad de la capitalización de las stablecoins, un 99,8 %, están referenciadas al dólar, por lo que una expansión masiva podría reforzar aún más la demanda mundial de esta divisa.

Además, al tratarse de instrumentos emitidos por actores privados, sin el respaldo de los bancos centrales, generan riesgos de fragmentación y erosionan el papel del dinero público como ancla del sistema monetario, ha asegurado.

Por último, el gobernador ha pedido reflexionar sobre la necesidad de diversificar las monedas de referencia con las que acceder a los mercados internacionales, y haciendo referencia a América Latina, ha asegurado que diversificar no significa abandonar el dólar, sino complementarlo.

«Emitir una parte de la deuda en euros, utilizar infraestructuras europeas para la liquidación de operaciones o, cuando sea posible, facturar exportaciones en euros son pasos que pueden reducir vulnerabilidades», ha indicado Escrivá.

Ha recordado que Europa ofrece una alternativa creíble para avanzar en esa dirección y ha puesto en valor al euro, que, incluso en un contexto de tensiones geopolíticas sin precedentes, ha mantenido estable su posición como segunda moneda global.