Caracas, 21 abr (EFE).- El descubrimiento de yacimientos petrolíferos en altamar por parte de Guyana, que con la reciente llegada del buque ‘One Guyana’ espera elevar su capacidad de producción diaria a unos 900.000 barriles de crudo, ha añadido una dimensión política y económica a la disputa territorial de hace más de un siglo entre este país y Venezuela por la soberanía del Esequibo, dijeron expertos a EFE.
La controversia por este territorio, de casi 160.000 kilómetros cuadrados, ha aumentado en las últimas semanas tras el anuncio del chavismo de elegir, por primera vez, a un gobernador y diputados para esa zona.
Entretanto, Georgetown denunció la presencia de buques venezolanos en una plataforma de producción petrolera de ExxonMobil, mientras Estados Unidos advirtió a Caracas que sería “un gran error” atacar militarmente a Guyana.
A continuación, algunas claves para entender esta disputa.
Controversia

Durante el colonialismo, Reino Unido, España y Países Bajos se asentaron en las desembocaduras de ríos del actual Esequibo y no en todo el territorio, por lo que no definieron fronteras claras, dijo a EFE el historiador José Betancourt.
Tras la independencia de Venezuela, prosiguió Betancourt, este país consideró que había heredado el Esequibo de España, una posición contraria a la de Reino Unido, que extendió sus asentamientos hasta conformar la llamada Guayana Británica, mientras que Países Bajos dominó la Guayana Neerlandesa, hoy Surinam.
Luego de años de conflicto diplomático, Venezuela y Reino Unido se sometieron a un tribunal en 1899, conocido como Laudo Arbitral de París, que terminó por asignar el Esequibo a los británicos, recordó el historiador.
Venezuela declaró nulo el fallo décadas después y firmó con Reino Unido el Acuerdo de Ginebra de 1966, que estableció la creación de una comisión para resolver la controversia.
Guyana asumió el reclamo del Esequibo tras independizarse de los británicos.
La disputa está ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya jurisdicción no reconoce Venezuela, mientras Georgetown sostiene que respetará la sentencia prevista para 2026.
Petróleo

Guyana se convirtió en el país más rico per cápita de la región por el crudo y, según estimaciones, en los próximos años superará el millón de barriles de petróleo diarios (bpd), un salto significativo desde su inicio en la producción en 2019 y 400.000 bpd más que su nivel actual, dijo a EFE Francisco Monaldi, economista y director del Programa de Energía de América Latina de la Universidad Rice.
En contraste, agregó el experto, la producción petrolera de Venezuela —con más de un siglo de historia y que, según cifras de la OPEP, superó este año por primera vez, desde 2019, el millón de bpd— podría disminuir de concretarse la salida de la estadounidense Chevron, que opera el 25 % del crudo que exporta el país caribeño y cuya licencia de operación finaliza el 27 de mayo por orden del Gobierno de Donald Trump.
Monaldi explicó que Guyana descubrió petróleo liviano, del tipo que se extrae en cantidades muy limitadas en Venezuela, algo “particularmente atractivo” para Caracas, ya que podría mezclarlo con el crudo extrapesado que explota en la Faja Petrolífera del Orinoco.
“Si no existiera esta tensión y conflicto fronterizo entre estos dos países, lo lógico sería que Guyana le vendiera parte de su petróleo a Venezuela, y Venezuela lo reexportara mezclado”, señaló.
El economista afirmó que Guyana permitió a ExxonMobil explotar petróleo en una zona marítima “cercana” a la costa del territorio que “no está en disputa” con Venezuela y, en este sentido, consideró “difícil” que la Administración de Nicolás Maduro pueda “validar internacionalmente” un reclamo sobre esta producción.
Sin embargo, apuntó que la exploración de nuevos yacimientos por parte de ExxonMobil tiene lugar en “parte” de la zona marítima que Venezuela “ha considerado tradicionalmente en disputa”, aunque su vecino la defiende como suya.
Politización
En el caso de disputas territoriales, lo ideal es que los países negocien y se repartan las ganancias que provienen de los ingresos que se generan en el área en cuestión, dijo Monaldi.
“Pero como el tema entre Venezuela y Guyana tiene un ángulo totalmente politizado, se hace difícil llegar a acuerdos económicos racionales”, concluyó.
El abogado internacionalista Mariano de Alba explicó a EFE que la disputa del Esequibo es “en definitiva un problema político” y muestra de esto, argumentó, es que “hubo momentos en los que Guyana y Venezuela tuvieron relaciones muy normales”.
De Alba indicó, por ejemplo, que “ciertas declaraciones” del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) pudieron “interpretarse como que estaba renunciando a esos recursos o a ese reclamo (en el Esequibo), porque su política exterior con respecto a Guyana era ‘vamos a tener las mejores relaciones'”.
En 2004, Chávez dijo desde Georgetown que se había comprometido con el entonces presidente guyanés, Bharrat Jagdeo, a que el “Gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esta región que vaya en beneficio de sus habitantes”.
Al respecto, Monaldi consideró que Chávez “básicamente le dio verbalmente la venia a Guyana para explorar” en el Esequibo.
Sin embargo, De Alba opinó que este es un argumento que “por sí solo es muy débil” ante la CIJ, que está evaluando si es válido o no el Laudo Arbitral de París de 1899.
Para este experto, el reclamo de Caracas se basa en la afirmación de Severo Mallet-Prevost, integrante de la defensa del país caribeño en el laudo, quien denunció en un memorándum póstumo que hubo colusión entre los árbitros y esto llevó, según sus palabras, a una decisión “injusta para Venezuela”.
“Independientemente de lo que se decida en el proceso jurídico”, indicó el internacionalista, Venezuela y Guyana eventualmente “van a tener que sentarse y tratar de llegar a un acuerdo”.
En particular —apuntó—, si se toma en cuenta que la CIJ dictaminó que “solamente” va a decidir sobre el territorio terrestre en disputa y no el marítimo, donde explota petróleo Guyana.