Praga/Viena, 12 jul (EFE).- El Gobierno eslovaco se mostró este sábado dispuesto a un acuerdo en la disputa con la UE sobre su veto a más sanciones a Rusia, pero afirmó que causará una crisis interna si no se le garantiza que el planeado veto comunitario a las importaciones de gas ruso no perjudicará a su economía.
«Si queremos estar en la Unión Europea y en la OTAN, no podemos decir automáticamente que no a todo. No diré sí a todo. Si obtenemos las garantías mínimas, podremos votar sobre el paquete de sanciones», afirmó en rueda de prensa el primer ministro eslovaco, el populista Robert Fico.
De no recibir esas garantías, dijo el primer ministro, está dispuesto a «seguir bloqueando las sanciones contra la Federación Rusa, incluso si eso conduce a una gran crisis» en el seno de la Unión Europea, según señalan los medios locales.
Los ministros de Exteriores de los países UE intentarán aprobar el próximo martes un nuevo paquete de sanciones a Rusia por su ataque a Ucrania.
El Gobierno eslovaco ha asegurado que vetará la aprobación de esas sanciones a no ser que se le den garantías de que la propuesta de la Comisión Europea de prohibir, a partir de 2028, cualquier importación rusa de gas no perjudicará a su economía.
Fico afirmó que ha tenido esta misma mañana una «dura conversación» telefónica con el canciller alemán, Friedrich Merz, con quien pretende negociar un acuerdo antes de que comience el Consejo de Asuntos Exteriores del martes en Bruselas.
En esa charla, afirmó su disposición a acordar una solución hasta el martes, pero dejó claro que hasta que no tenga es garantías su país no dará el visto bueno al paquete de sanciones.
«Nuestras reivindicaciones son legítimas y comprensibles», afirmó el político eslovaco, que está dispuesto a usar el principio de unanimidad en la decisión sobre las sanciones.
Eslovaquia logró supuestamente excepciones al veto de compra de crudo, gas y combustible nuclear rusos a partir de 2028, tras una misión de la Comisión Europea a Bratislava el pasado 3 de julio, incluso con una cláusula de suspensión de la prohibición en caso de una evolución al alza de los precios.
Bratislava es también muy sensible, según Fico, al previsible aumento de las tasas de tránsito, ya que ahora el gas llegaría a Eslovaquia por occidente, por lo que temen que dichas tasas se doblen o tripliquen.
Fico también volvió a denunciar la medida comunitaria de vetar las compras a Rusia, que calificó de «decisión ideológica», y rechazó que los hogares y empresas de su país tengan que pagar más por dicha decisión.
Eslovaquia es, junto a Hungría, el único país de la Unión Europea que no apoya militarmente a Ucrania para defenderse de la agresión rusa.
Fico fue el único jefe de Gobierno de la Unión Europea que participó el pasado mayo en Moscú en los actos de celebración de la victoria soviética sobre los nazis en la II Guerra Mundial.
El Parlamento Europeo (PE) urgió el pasado miércoles a adoptar «sin más demora» el decimoctavo paquete de sanciones contra Rusia desde el comienzo de su invasión de Ucrania. EFE
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